Con solo 26 años, Lucía Rivera, hija de Blanca Romero y Cayetano Rivera, se ha convertido en mucho más que una modelo. Es un símbolo de una generación que ya no calla, que se enfrenta al dolor con palabras propias y que ha decidido ocupar su lugar en el mundo —y en la industria— desde la verdad. A los 15 años, comenzó a trabajar como modelo profesional, enfrentándose muy joven a un entorno donde la exigencia estética puede devorar la personalidad.
"He considerado muchas veces abandonar y empezar un oficio más estable, pero, al final, decidí continuar"
En 2023, publicó su libro Nada es lo que parece, donde relata con valentía episodios de su vida que muchos callan. No solo desnudó su alma, sino que tendió la mano a miles de jóvenes que, como ella, necesitaban referentes reales. Esa fuerza, honestidad y vulnerabilidad consciente la han convertido en una voz poderosa. En la moda, ha desfilado para firmas internacionales y protagonizado campañas de primer nivel. Pero lo que más destaca en ella, no solo es su belleza y profesionalidad, sino su compromiso con los demás. Por eso, no podía haber mejor figura que ella para inaugurar el premio Gen ¡H! Fashion.
—¿Qué significa para ti ser reconocida con este premio?
—Es, sin duda, un subidón de autoestima. Siento que todo el esfuerzo ha valido la pena y que mi trabajo está siendo valorado. Y eso me anima a seguir adelante, soñando y trabajando para cumplir mis metas.
—¿Cuál fue tu primera reacción al saber que ibas a recibirlo?
—Lo primero que pensé fue en todo lo que me ha costado ganar cada pequeño logro, incluso cuando todo jugaba en mi contra. Es como una palmada en la espalda diciéndome: "Lo estás haciendo bien".
—¿Hubo decisiones difíciles o momentos de duda que hoy ves como claves para llegar hasta aquí?
—Sí, muchos. Me he encontrado puertas cerradas solo por mi nombre. Aunque también se abrieron algunas, los prejuicios han sido una barrera real. He considerado muchas veces abandonar y empezar un oficio más estable, pero, al final, decidí continuar.
—¿Qué impacto esperas que tenga este premio en tu vida profesional?
—Es un impulso para continuar trabajando con ilusión y ambición.
—¿Cuáles son tus principales motivaciones ahora mismo?
—Mi mayor motivación en este momento es empezar a formarme como actriz. Quiero que ese sea el próximo paso en mi carrera de aquí a unos años.
—¿Qué consejo le darías a quienes están empezando con aspiraciones similares?
—Que no dejen que los "no" les detengan. Que sigan, que confíen en su camino y que se cuiden mucho durante el proceso. Protegerse es clave.
—¿Cómo reaccionaros tus padres cuando les contaste que habías ganado este premio?
—Fue una reacción de puro amor. Siempre han estado ahí para mí y sé cuánto me apoyan y lo orgullosos que están.
—¿Sientes que este reconocimiento también es de ellos por haberte acompañado?
—Sin duda. Este premio también es para quienes han estado ahí, escuchando cada una de mis crisis laborales por teléfono.
"Mi mayor motivación en este momento es empezar a formarme como actriz. Quiero que ese sea el próximo paso en mi carrera, de aquí a unos años"
—Si tuvieras que dedicarles unas palabras desde el escenario, ¿qué les dirías?
—Gracias. Gracias por dejarme ser la persona que quiero ser.
—Para terminar, ¿qué valores crees que simboliza la Generación ¡H! y en qué medida sientes que los encarnas?
—Para mí, la Generación ¡H! representa la fuerza de seguir adelante y la perseverancia silenciosa que no se rinde, incluso cuando las cosas se ponen difíciles. Me identifico con esa energía.