Blanca, radiante y acompañada por su padre, el empresario libanés Bachar Mirjan. Así ha sido la llegada de Bárbara Mirjan a la iglesia del Cristo de los Gitanos, en Sevilla, para su boda con Cayetano Martínez de Irujo. La novia ha desfilado con una enorme sonrisa en su rostro por el pasillo del templo, al final del cual aguardaba el duque de Arjona. Cayetano miraba a su chica con un brillo en los ojos que delataba su emoción y, cuando por fin ha llegado a su lado, le ha dado un tierno beso y un abrazo cargado de cariño, un reflejo de los sentimientos del hijo de la duquesa de Alba viviendo uno de los momentos más importantes de su vida.