Grabada durante este año en diferentes localizaciones de las Rías Baixas y ambientada en la Escuela Naval de Marín, Marusía. Vientos de honor se inspira en la experiencia de la princesa Leonor como cadete de primer año para recrear una historia ficticia protagonizada por Lucía Jiménez y Alfonso Bassavé que se podrá ver en el prime time de Telecinco. La serie, que se encuentra en fase de posproducción es de Unicorn Content, la productora de Ana Rosa Quintana, y aunque no cuenta el paso de la heredera por la Armada, sí hay un personaje que nos recuerda a ella. Paloma Stewart es la actriz que lo interpreta y las nuevas imágenes del rodaje evidencian el enorme parecido entre ellas.
Se trata de Paloma Stewart, una joven debutante hispanocandiense de 20 años nacida en A Coruña y cuyos ojos azules recuerdan irremediablemente a los de la Princesa. Aun así, su personaje no se llama Leonor, sino Carmela, y aunque vive también su primer curso en la Escuela Naval de Marín, hasta ahí llegan las similitudes entre ellas. En Marusía. Vientos de honor, Carmela comparte protagonismo con Jahzara (Edith Martín-Val) y Renata (Carmen de la Vega), tres jóvenes procedentes de diferentes entornos sociales y con distintas motivaciones que ingresan en la Escuela dispuestas a labrarse un futuro en la Defensa Naval. Allí no solo se enfrentarán a las dificultades académicas y a la rígida jerarquía militar, sino también a una exigente instrucción y a la presión psicológica que supone asumir valores y conductas muy diferentes a las de su vida anterior.
Este nuevo curso en la Armada comienza marcado por la muerte de una alumna el año anterior. Oficialmente, se trata de un suicidio; extraoficialmente, muchas preguntas han quedado sin respuesta. Teresa Ibarra, a la que da vida Lucía Jiménez, es la recién nombrada comandante directora de la Escuela y deberá colaborar con el teniente coronel Jorge Carvajal, interpretado por Alfonso Bassavé, para intentar esclarecer los hechos.
Es la primera vez que una ficción aborda la vida en la Armada Española y la propia institución ha ofrecido asesoramiento para que la historia sea lo más realista posible. Desde que la princesa Leonor nos regaló imágenes ya icónicas con el uniforme de guardiamarina y a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, ha aumentado el interés por la vida y el día a día de un guardiamarina. Su paso por la Escuela Naval de Marín ha inspirado a otros alumnos que siguen sus pasos y también a los creadores de esta historia con alma gallega y esencia militar que promete enganchar al espectador con una buena dosis de misterio.