Marc Márquez está viviendo un sueño, ¡nunca mejor dicho! El piloto de motos, que se acaba de proclamar Campeón del Mundo en Japón, saborea las mieles del éxito y está tan feliz de su logro que le resulta imposible separarse de su trofeo. Tanto que el deportista ha subido una foto que ha revolucionado no solo a sus más de 8 millones de seguidores en redes, sino también a su propia novia, la influencer Gemma Pinto.
El campeón de MotoGP, que celebró el título el pasado domingo cinco años después de una gravísima lesión, ha compartido una fotografía durmiendo en la cama y abrazado al trofeo. "El mejor despertar de mi vida", ha escrito el piloto español tras ganar su noveno título. Las reacciones no se han hecho esperar y los miles de likes han llegado acompañados de uno de los comentarios más esperados, el de su novia. Gemma ha elegido dos significativos emojis para responder: primero, una carita con sonrisita, seguido de otro con ojos con estrellas. Una imagen que lo dice todo.
Este título, el noveno en su carrera y séptimo en la máxima categoría, no solo ha sido una recompensa para Marc, dejando claro que la mala racha profesional por las lesiones ya se quedaba atrás. Además, este triunfo ha sido el broche de oro en un año marcado por su felicidad sentimental, ya que atraviesa por su mejor momento al lado de su inseparable pareja. La influencer vivió como una auténtica fan más la victoria. Sufrió y celebró la victoria con el piloto español, que la abrazó en una imagen que dio la vuelta al mundo.
"De corazón, gracias por todo el cariño y las felicitaciones por lo que vivimos ayer", afirmaba la influencer, aun con la resaca de la bonita experiencia. La pareja ya ha vuelto a su rutina, él ha puesto rumbo a Indonesia, para continuar con el circuito, aunque ya haya ganado el título la temporada continúa, y ella ha compartido imágenes de su día a día en el gimnasio. Una vuelta a la normalidad con la sonrisa de los vencedores, que unidos, además, sabe de otra manera.
No han sido unos años fáciles para el Ducati, que se ha enfrentado a los peores demonios de todos deportista, las lesiones. "Pensaba que estaba en deuda conmigo mismo, sobre todo tras la lesión en el brazo tras 2020, luego encadenamos muchas lesiones y hasta cuatro operaciones, y ahora por fin estoy en paz", explicaba durante una entrevista a RTVE, donde hablaba de cómo tuvo que volver a encontrar la chispa para disfrutar de nuevo de las competiciones, dejando atrás su etapa en Honda y comenzando una nueva aventura encima de la moto.
Marc, que ha destacado la importancia de terminar el campeonato con los pies en la tierra y tranquilo, ha agradecido a toda su familia su apoyo incondicional. "La vida cambia en un instante", ha sentenciado aun saboreando la gloria, pero consciente de que los jóvenes pilotos vienen pisando fuerte y que el relevo generacional lo tiene presente.