A sus espléndidos 60 años recién cumplidos, Mariló Montero no puede estar más feliz. No solo porque su hijo, Alberto Herrera, se casa en un mes con Blanca Llandres Parejo —el próximo 18 de octubre en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)—, sino porque también los novios acaban de anunciar que esperan su primer bebé para principios del año que viene. "Nos dicen que hay un 80 % de probabilidad de que sea varón", desveló Alberto a Cristina López Schlichting en el programa Fin de semana.
De ahí la emoción con la que Mariló abrazó a su hijo, en la comida que tuvo lugar a principios de la semana pasada, en Madrid. "Blanca y Alberto están tan enamorados que esa felicidad se contagia a toda la familia", confesó la presentadora, que también comió ese día con la hija que tuvo con Carlos Herrera, la modelo Rocío Crusset. Días después, Alberto se trasladó a Sevilla para celebrar el 30 cumpleaños de su chica.
A mediados de 2024, Alberto conoció a Blanca Llandres Parejo, prima de Lourdes Montes —a su vez, mujer de Francisco Rivera—. Con motivo de su primer aniversario, la pareja realizó un viaje a La Toscana (Italia) y fue allí donde Alberto le pidió matrimonio a Blanca. Ya el 6 de septiembre, anunciaron que esperaban su primer bebé.
Sin duda, 2025 está siendo un año para el recuerdo para el periodista y su futura mujer, quien se graduó en Psicología y trabaja actualmente para una firma energética. A principios de año conocíamos la, hasta ese momento, desconocida relación entre ambos, cuando publicaron unas preciosas instantáneas de su viaje a Roma, donde recorrieron las calles más emblemáticas de la ciudad eterna y sus históricos monumentos.
Celebración íntima
Meses más tarde, a mediados de verano, ¡HOLA! publicaba en primicia la noticia de cuando y donde se darán el 'sí, quiero', tras una romántica pedida de mano en La Toscana. Con esto, parece ser que Italia se ha convertido en el país predilecto de Alberto y Blanca para dar pasos importantes en su vida.
La feliz noticia del primogénito de la pareja, que nacerá el año que viene, llega en un especial momento para toda la familia, cuyos miembros están volcadas en el evento que pondrá el broche de oro al romance entre Alberto y Blanca.
A pesar de no saber muchos detalles, a un mes del compromiso tienen una cosa clara: la celebración del enlace será jovial, alejada de los multitudinarios compromisos de sus padres, en la que cuenten con su círculo más allegado.