Después de sorprender a todos el pasado julio con una discreta ceremonia religiosa en Madrid, Pablo López y Laura Rubio han vuelto a darse el “sí, quiero” en una celebración que, esta vez, sí ha reunido a un gran número de familiares y amigos. La pareja elegía la idílica finca La Casería de Tomillos, en la localidad de Alcalá del Valle (Cádiz), para sellar su amor en una boda civil llena de encanto andaluz que comenzaba a las siete de la tarde.
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© GTRESEl enlace se ha celebrado al atardecer en este enclave histórico del siglo XVI, rodeado de jardines y patios rústicos que aportaban un aire romántico a la velada. Ya cuando la noche había caído sobre el cielo gaditano, el cantante malagueño y su flamante esposa han posado muy felices y enamorados delante de los reporteros gráficos. Hacían así un pequeño alto en la celebración antes de continuar con la misma, sin poder ocultar sus emoción, miradas cómplices y gestos de cariño frente a las cámaras a las puertas de la finca.
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© Europa PressEn esta sesión fotográfica para la prensa, también hemos podido comprobar el carácter tímido de ambos pretendientes, ya que incluso la propia Laura Rubio reconocía en ese momento, con algo de nervios pero sin perder la sonrisa, que "me da vergüenza". Ahí, el intérprete de El Patio y El Mundo la rodeaba con su brazo por la cintura, mientras ella se acurrucaba con rubor en su marido. Después, ambos se subían a la parte de atrás del coche tipo 'van' que les había llevado hasta allí para regresar al banquete.
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© Europa PressSe descubre el vestido de la novia
Tras aparecer delante de los periodistas, a quienes los novios han agradecido su presencia, hemos descubierto el secreto mejor guardado de toda boda que se precie: el look nupcial que lucía ella. En este caso, un vestido blanco cuyo diseño une lo moderno con lo romántico, al usar corpiño transparente de encaje floral, escote en forma de corazón y falda de corte sirena. Lo acompañaba, además, con una corona de flores y su bonito ramo. El artista andaluz, por su parte, apostaba por un elegante chaqué oscuro para este día tan importante.
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© GTRESA diferencia de la íntima ceremonia en la Basílica de Jesús de Medinaceli de Madrid -a la que solo asistieron sus familiares más cercanos, como la madre del cantante, Lola, su hermano Luis y el hermano de Laura, Álex, además de unos contados íntimos-, esta segunda cita había sido concebida por la pareja como una gran fiesta para compartir su ilusión y alegría con un círculo más amplio de invitados.
© Europa PressLa prohibición de los novios a sus 300 invitados
Fieles a su deseo de privacidad, el coach de La Voz y su mujer pidieron a los asistentes que entregaran sus teléfonos móviles a su llegada y así preservar la intimidad del momento. En su primera boda, la pareja no pudo evitar que trascendiera alguna fotografía, lo que parece haber sido determinante para tomar esta decisión, que tiene un objetivo doble: por un lado, permitir que los invitados disfruten de la fiesta sin distracciones; y, por otro, evitar que se difundan imágenes o vídeos antes de tiempo.
© Europa PressDe este modo, serán únicamente Pablo y Laura quienes decidan qué momentos compartirán con el público, preservando el carácter privado de una jornada tan significativa. Conscientes del gran interés que despierta su enlace, la pareja busca así mantener la exclusividad y vivir la celebración en un ambiente íntimo, lejos de las cámaras, los flashes y la exposición mediática.
© Europa PressDías atrás, los novios pidieron a sus más de 300 invitados el número de pie y su canción favorita, en un claro ejemplo de querer agradar a todos con la ambientación musical. Además, los asistentes fueron trasladados en autobuses hasta la finca, donde les esperaba una cuidada decoración, un exquisito catering y un ambiente festivo que, según estimaciones de expertos en organización de eventos, podría haber alcanzado un presupuesto cercano a los 30.000 o 40.000 euros.
La finca elegida
En un municipio de la Sierra de Cádiz y una de las últimas localidades de la Ruta de los Pueblos Blancos, la finca fue antiguamente una casa fortificada, ubicada en una pequeña colina, habitada desde tiempos prehistóricos. Cuenta con capilla propia y se encuentra a apenas 20 minutos en coche de Fuengirola, la localidad natal del artista. La pareja ha visitado en varias ocasiones la finca para supervisar los preparativos de su boda, cuidando así cada aspecto de su gran día.
© Europa PressLaura Rubio, malagueña de 32 años, fue semifinalista en La Voz en 2017, donde conoció a Pablo. Desde entonces, han mantenido una relación discreta, alejada del foco mediático. Con esta segunda boda, la pareja consolida una historia de amor que comenzó lejos de los focos y que ahora, aunque celebrada por todo lo alto, sigue marcada por la discreción y el romanticismo que les caracteriza.
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