Tana Rivera (25 años) se siente muy orgullosa de su familia y de sus orígenes, por lo que siempre que puede rinde tributo de una forma u otra a sus recordadas abuelas: la duquesa de Alba y Carmina Ordóñez. Así ha ocurrido este fin de semana durante la celebración de una gran fiesta de cumpleaños en Marrakech, donde la joven acaparó buena parte de las miradas en esta cita que reunía allí a rostros de la alta sociedad sevillana como Inés Domecq y su marido, Javier Martínez de Irujo.
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© GTRESLa hija de Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo vestía para la ocasión un precioso look muy acorde con el mágico lugar lleno de embrujo donde tenía lugar el evento, un estilismo inspirado en la icónica foto tomada en Tánger en los años noventa de la que fuera nombrada como mujer más bella de Europa. De esta forma, Tana deslumbraba con un vestido de tonos rosas en clave joya firmado por el diseñador de alta costura Nicolás Montenegro, e igualmente brillaba con un turbante de la firma de Rocío Cambas.
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© lauraponsgcLa nieta de Carmina, que el pasado julio ofrecía una fantástica entrevista para ¡HOLA!, era una de las invitadas a esta espectacular e inolvidable velada que tampoco quisieron perderse su padre y Lourdes Montes. Entre deliciosos platos de la gastronomía local para la cena, música y baile, el homenajeado ha sido Francisco Gordillo, cofundador, director de investigación y CIO (Chief Information Officer) del fondo de inversión en activos digitales Avenue Digital Investments, creado en 2019.
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© raulromeropressLos homenajes de Tana Rivera a Carmina Ordóñez
"Yo era muy pequeña", nos decía Tana al recordar cómo vivió ella la trágica muerte de su abuela paterna en julio de 2004. "Pero me quedo con todo lo que me cuenta la gente y en que nos hubiésemos pasado un Rocío maravilloso", añadía. Unas palabras que este verano cobraron todo el sentido del mundo, al ver cómo la joven se mantenía fiel a la popular romería en la que Carmina fue tan feliz.
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© raulromeropressRodeada de su hermandad, en la que tiene familiares y amigos, sus gestos nos hicieron revivir algunos de los momentos que en su día protagonizó Ordóñez. Durante una parada realizada en su peregrinación a la aldea onubense, un grupo de música comenzó a tocar y Tana se puso a bailar, recordando mucho a su abuela. Además de parecerse físicamente a ella, vivió esta cita con la misma alegría que lo hacía Carmen, de la que conserva un anillo que lleva siempre consigo.
© lmontesoficial"Tiene cosas que da hasta miedo... reacciones que dices: ¡Madre mía, esto no lo ha visto nunca y le sale!", dijo tiempo atrás Francisco Rivera al hablar de su primogénita y lo que esta tiene de parecido con Carmina. De él, por su parte, Tana heredado su pasión por esta romería. El diestro tenía solo ocho años cuando participó por primera vez, y aunque estuvo una larga temporada sin ir porque sus compromisos taurinos se lo impedían, a raíz de la muerte de su madre regresó y desde entonces es una cita ineludible de la que disfruta con sus íntimos.
