Kiko Rivera (41 años) e Irene Rosales (de 34) han vuelto a unir a sus caminos por el bien de sus hijas, Ana y Carlota. Dos semanas después de que se anunciara por sorpresa su separación, la ya expareja ha dejado a un lado cualquier discrepancia sentimental posible y ha dado imagen de unidad para acompañar esta mañana a las niñas al colegio, donde comenzaban un nuevo curso escolar.
El hijo de Isabel Pantoja, que abandonó el hogar familiar después de la sonada ruptura, volvía esta mañana a Castilleja de la Cuesta (Sevilla) para estar presente, junto a Irene Rosales, en un día tan importante para Ana y Carlota, de 10 y 7 años. Primero, acudieron al centro escolar de la mayor, donde vimos a Kiko muy cariñoso con su pequeña, a la que abrazó mientras caminaban y charlaban como si nada hubiera pasado.
Minutos más tarde, repetían el mimo paseo, pero esta vez acompañados de Carlota. Unas imágenes que confirman que la prioridad de la expareja no es otra que el bienestar familiar, dejando de lado los rumores en torno a los motivos de su separación. Tal y como publicó ¡HOLA!, la relación entre ambos es buena y su intención es seguir unidos contra viento y marea, sin entrar en polémicas.
"No es fácil. Nunca lo es. Tomar la decisión correcta a veces es lo más difícil, pero también lo más necesario. Y en este caso, lo hacemos con respeto, con gratitud y con la certeza de que lo más importante seguirá siendo lo mismo: nuestras niñas", afirmaba el propio Kiko tras conocerse la noticia y dejando claro que, por encima de todo, su familia iba a ser lo primero. "Ellas son la mayor prueba del amor que hubo, y seguirán siendo el motor que nos una de por vida. Seremos padres siempre, y ese lazo no se rompe con una separación", añadía en referencia a sus dos hijas en común.
Borrón y cuenta nueva
La vida del DJ daba un giro radical hace tan solo 15 días, cuando no solo su separación se hacía pública, sino que también emprendía un nuevo rumbo profesional. Un tiempo de cambios y transformación, en los que se ha llegado a pensar en un posible acercamiento con su madre, Isabel Pantoja. Sin embargo, de momento, los pasos de Kiko son firmes y unidireccionales. Por un lado, está volcado en sus tres hijos, y por otro, en su trabajo. Así pues, y sin mirar atrás, mientras todos especulaban que Irene Rosales podría estar de nuevo ilusionada, Kiko borraba todas las publicaciones de su perfil público.
"Se vienen muchas sorpresas… y no solo de videojuegos. También estaré más activo por aquí, aunque veáis que he borrado todo. Lo hice porque los buenos recuerdos ya están dentro de mí y siento que es hora de empezar de cero", escribía el músico sobre su nuevo proyecto profesional, que se suma a esta etapa de transformación que comienza.