Sara Carbonero ha vivido un verano muy especial, el primero con el empresario Jota como pareja, en el que ha disfrutado de unos días en Cádiz y también de un viaje inolvidable a Japón. Ahora, con la llegada de septiembre, la periodista se enfrenta a un momento clave en el calendario: la vuelta al cole de sus hijos, Martín y Lucas, fruto de su relación con Iker Casillas.
En un post titulado Septiembre es frágil, Sara ha compartido una profunda reflexión sobre lo que supone el inicio de curso, tanto para los niños como para los padres. "La llamada 'vuelta al cole' está llena de matices, tantos como tipos de familias existen", ha comenzado escribiendo.
"Mi consejo sería (sin que nadie me lo pida) que no nos exijamos tanto, que poco a poco todo se irá ordenando, que no nos comparemos con los demás porque cada niña o niño puede estar lidiando un proceso interno delicado, que no va a desaparecer ni aún teniendo a los mejores profesores. Solo estando presentes y con mucha comunicación en casa", ha añadido.
Más tarde, ha confesado cómo afronta ella personalmente este momento. “A algunas, nos toca ver cómo nuestros cachorros cambian de edificio y de dígito, y una mezcla de miedo y nostalgia nos invade", ha confesado. "Pero qué suerte poder ser testigo de todo este proceso", ha expresado con gratitud.
Las palabras de agradecimiento de Sara conectan con la filosofía que la acompaña desde que en 2019 se enfrentó a un cáncer de ovario. En más de una ocasión ha explicado cómo la enfermedad transformó por completo su manera de entender la existencia. "Cuando una persona tiene salud, puede tener muchos problemas, pero cuando le falta la salud, solo tiene uno", dijo en una entrevista concedida a la revista Women's Health.
Tras ver de cerca la cara menos amable de la vida, la periodista valora más que nunca los pequeños placeres del día a día, como en este caso, ser testigo del primer día de colegio de sus hijos, que ya tienen 11 y 9 años. "Mi mayor felicidad ahora mismo es estar bien", aseguró.