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Natalia Palacios nos adelanta los detalles de su boda: “Cuando vi mi vestido completo por primera vez, me puse a llorar”


Todo lo que siempre quisiste saber sobre la boda de la 'influencer'… y aún no te ha contado


Image© nataliaxpr
9 de septiembre de 2025 - 6:09 CEST

Hablar de Natalia Palacios es hablar de una malagueña, con ese desparpajo sureño que convierte lo cotidiano en especial y lo normal en extraordinario. Con tan solo 26 años, la joven que un día cruzaba los pasillos de la Universidad de Málaga soñando con un futuro por escribir, hoy se ha convertido en la voz cercana y divertida que acompaña a más de un millón y medio de personas. Su secreto, como ella misma repite, está en la naturalidad: en reírse de sí misma, en contar la vida sin filtros y en contagiar entusiasmo a todo el que la sigue.

Media Image© nataliaxpr
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De la orilla de la ciudad de la Costa del Sol a las luces de Times Square, la influencer ha ido construyendo una historia que parece sacada de una novela. Allí, en Nueva York, junto a su gran amor, Carliyo, escribió uno de los capítulos más románticos de su vida: un tatuaje compartido, un ocho convertido en símbolo y una promesa de futuro bajo las pantallas infinitas. Desde entonces, cada paso suyo nos habla de ilusión, complicidad y de ese tipo de amor que se comparte como un secreto entre amigos. Han dado incluso el gran paso de comprarse una casa juntos y convertirse en padres gatunos de Bali y Morrongui, añadiendo nuevas historias y recuerdos que llenan de ternura su día a día.

Hoy, inmersa en la cuenta atrás para su boda y convertida en protagonista de su propia miniserie, 21 días antes de mi boda, Natalia se muestra más ilusionada que nunca. Lo cierto es que la joven había querido mantener en secreto muchos detalles del gran día, envolviendo la cita en un halo de misterio. Pero en ¡HOLA! hemos conseguido romper esa hermeticidad y acercarnos a su lado más íntimo. Y es imposible no percibirlo: la emoción que siente al hablar de subirse al altar traspasa la pantalla. 

—Cuando anunciaste la boda, mucha gente reaccionó con el típico “¡qué pronto!”. ¿En qué momento supiste que tu relación iba en serio?

Desde el minuto uno, te lo prometo. Sé que suena súper peliculero, pero es la verdad: nunca había sentido algo así. Una tranquilidad, una confianza, la certeza de que, si yo quiero, esto será para toda la vida. No sé señalar un instante concreto, pero sí sé que no ha habido idas y venidas, ni tensiones de esas que generan incertidumbre. Siempre lo he tenido clarísimo. 

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'Puedes conocer a gente, tener conversaciones… pero lo que sentí con Carlos fue distinto'

—¿Qué es lo que más te enamora de Carlos en el día a día?

Su forma de cuidar de mí. Yo sufro ansiedad crónica y él se ha convertido en mi cable a tierra. Me conoce tanto que identifica enseguida cuándo no estoy bien y siempre consigue sacarme una sonrisa, incluso en medio de una discusión. Me hace reír cuando menos lo espero, y aunque a veces me enfade más por eso, al final pienso: qué suerte tengo de compartir la vida con él.

—La gran pregunta después de una boda: ¿y los hijos?

No está en nuestros planes inmediatos. Mis amigas me dicen “este año te estamos sacando mucho de fiesta porque sabemos que el año que viene no vas a salir”. Pero no, no es el plan. Si pasa, perfecto, pero ahora mismo queremos disfrutar. En dos años, quizá, pero ahora queremos viajar y vivir. 

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—Hablemos de la pedida, ¿qué fue lo primero que os dijisteis después del 'sí, quiero'?

Fue mágico. Nos quedamos en la orilla once minutos mirando la puesta de sol, sin querer que se terminara. Me sorprendió mucho el anillo, porque es muy de mi estilo, y descubrí que había preguntado a mi amiga Pili, que me conoce como nadie. Lo más curioso es que lo llevaba escondido en la guantera del coche durante todo el viaje a Portugal, ¡con el miedo de que se lo robaran!

—¿Cómo llevas los nervios a tan pocos días?

Intento no pensarlo demasiado, porque cuando me imagino entrando al altar me emociono tanto que termino llorando hasta conduciendo. Estoy muy ilusionada, pero para mí es más que un evento: es una declaración de amor.

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La boda de Natalia no será multitudinaria: será pequeña, íntima y muy emotiva, en uno de los lugares más emblemáticos de su ciudad, que preferimos no desvelar. Ella lo tiene claro: lo importante no son los grandes focos, sino compartir ese día con las personas que más quiere. Incluso, quizá rompa un poco con lo tradicional y decida sentarse con sus amigos, en vez de hacerlo solo con su familia. Con la emoción a flor de piel, nos confiesa cómo está viviendo los preparativos y cuáles son esos momentos que más ilusión le hacen imaginar.

—¿Cómo ha sido organizar la boda?

Muy intenso. Piensas que tienes todo bajo control, pero en realidad todo se decide en las últimas semanas: canciones, tarta, la salida de los novios… Menos mal que tengo wedding planner, porque sola sería imposible.

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—¿Lo más complicado?

Sin duda, organizar las mesas. Es un auténtico rompecabezas y cada vez que alguien confirma o cancela, hay que replantearlo todo. Por ejemplo, ahora mismo no están las mesas cerradas porque ayer nos canceló una familia y hay que reorganizar todo de nuevo. Es un caos, pero también un reto que forma parte de la emoción de la boda. 

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—¿Con qué momento sueñas?

Con la cena. Imaginarme a toda la gente que quiero junta, compartiendo, conociéndose entre sí… me emociona mucho. Además, hay personas de nuestra vida que nunca se han cruzado, y será precioso ver cómo interactúan y se conocen gracias a este día. Esos pequeños instantes son los que más ilusión me hacen 

Pasemos ahora a uno de los momentos más mágicos de cualquier boda: el vestido de novia. Ese instante en que los sueños comienzan a tomar forma entre tejidos, encajes y detalles que parecen hechos a medida del corazón. Para Natalia, cada decisión sobre su look es mucho más que moda: es un reflejo de su historia, de la ilusión de subir al altar y cumplir uno de sus sueños más emotivos, el de hacerlo en los brazos de sus abuelos, un momento que todavía le arranca lágrimas de emoción cada vez que lo recuerda.

'Es exactamente el vestido que siempre soñé'

—¿Qué puedes contarnos del vestido?

Lo diseñaron en Victoria Colección a partir de ideas que tenía y referencias que les mostré. La primera vez que lo vi completo, con velo, maquillaje y peinado, me puse a llorar. También llevaré un segundo vestido, muy especial. Iba a tener un tercero, pero el segundo es tan bonito que no podría quitármelo

—¿Y el ramo?

Lo tuve claro desde el principio: sencillo, con mis dos flores favoritas.

—¿Llevarás algún detalle familiar?

Sí, unos pendientes que fueron de mi bisabuela. No la conocí, pero me emociona llevarlos porque han pasado por muchas generaciones de mi familia.

Natalia en Victoria Colección, acompañada de su madre, su inseparable amiga Pili y su hermana© nataliaxpr
Natalia en Victoria Colección, acompañada de su madre, su inseparable amiga Pili y su hermana

—¿Y las alianzas?

Bueno, es que… espérate, yo hago todo a lo loco. Y cuando he ido a encargar las alianzas y tal, por lo visto, me dicen por pinganillo que es tradición que las alianzas te las regala alguien de la familia. Y ahora, como que mi círculo me ha dicho un poco: “tía, ya tienen las alianzas”. Yo te quería regalar las alianzas y digo, mira, pues no, ya me las he comprado, ¿sabes?

—¿Y son clásicas? ¿Va a ser oro, plata, oro?

Ah, no, no, oro, oro, oro. Sí, son clásicas. La mía sí que tiene un toque, pues… Le he querido dar mi toque porque es un anillo que va a estar toda la vida conmigo. Entonces, pues no es la tradicional de media caña. A la clásica le he querido dar un toque, sí, un poquito más especial, pero bueno, tú la ves y es una alianza clásica.

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Tras hablar de su vestido y de todos los detalles que lo hacen tan especial, pasamos a otro momento que Natalia no deja de imaginar: cómo se verá Carliyo el día de la boda. Con esa mezcla de ilusión y curiosidad, nos cuenta sus ideas sobre el look del hombre de su vida.

—¿Cómo imaginas a Carlos en el altar?

A mí me encantaría encontrarme a Carliyo con chaqué en el altar, porque creo de verdad que si no lo veo este día no lo voy a ver en mi vida. O sea, en mi vida. Pero bueno, también entiendo que Carlos es una persona más informal que yo y que siempre prioriza sentirse cómodo y disfrutar. Entonces, pues a lo mejor me encuentro a Carliyo con un traje muy bonito, pero un traje más cómodo. Pero a mí me encantaría verle en chaqué. 

—¿Habrá sorpresas en la boda?

Sí, hemos cambiado un momento tradicional para hacerlo muy nuestro. Además, el baile será especial: hemos preparado una coreografía con ayuda de profesionales.

—¿Qué amigos del entorno de las redes sociales a la boda?

Elena Gortari, Juan Pere, Alejandro Villamizar, Marina Barrial y Manu Regato.

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—¿Cómo será la decoración?

Pues la verdad es que no lo tengo demasiado claro, pero mira, la finca ya es espectacular por sí sola. No necesitaba grandes decoraciones; escogimos este lugar precisamente porque es bonito y potente. Sí hemos añadido algunas lámparas y detalles que destacan, pero nada exagerado.

—¿Habrá alguna sorpresa que ni Carliyo se espere?

Sí, hay un momento muy chulo que no quiero revelar todavía. Es algo que se hace de manera tradicional en todas las bodas, pero nosotros le hemos dado un toque muy nuestro. Estoy segura de que los invitados van a disfrutarlo muchísimo y se van a sorprender.

—¿Hablamos del baile, no?

Exacto. Nunca hemos hecho un TikTok de baile, así que nos han preparado algo sencillo pero muy resultón. Es un baile que, aunque simple, desde fuera va a impresionar a todos.

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—¿Cuánto tiempo lleváis ensayando?

Solo un día. Quedamos un día con Solange Janssens y Antonio López (dos bailarines profesionales) y nos enseñaron los pasos, grabamos un vídeo y desde entonces todas las mañanas hacemos nuestra “morning routine” con el baile frente a la pantalla. Lo curioso es que estamos en un edificio con obras y hay cinco señores pintando la fachada que nos ven todos los días bailando… pero nadie dice nada.

Natalia nos ha contado cómo están viviendo los preparativos de su boda y los detalles que más ilusión les hacen imaginar. Desde la decoración hasta los últimos ensayos del baile, todo refleja la personalidad de la pareja y el cariño con el que están organizando este día tan especial. Muy pronto, en ¡HOLA!, podremos seguir de cerca su boda y descubrir cómo será este momento tan esperado.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.