La salida de Montoya del reality Supervivientes 2025 dejó impactado a todo el mundo que seguía al carismático perfil televisivo. Apenas unos días antes de la gran final, el exconcursante anunciaba su abandono definitivo de la televisión mediante un comunicado en el que dejaba claro que su prioridad era su bienestar mental: “Todo no vale en esta vida”, afirmaba con rotundidad.
Dos meses después del sorprendente 'adiós', Montoya reapareció en sus redes sociales, grabando un vídeo para sus seguidores en el que daba explicaciones de por qué había decidido dejar la televisión. “No soy un robot, soy una persona que sufrió, se enamoró y necesitó parar para no perderse a sí misma”, explicó entonces.
Tras varias semanas de absoluto silencio, Montoya decidió retirarse completamente de los focos, alejarse de los platós y centrarse en su recuperación. Su regreso generó un gran revuelo en redes sociales, al explicar, con total honestidad, lo que había vivido durante este tiempo. “Lo que me pasó le ha podido pasar a cualquiera, pero lo complicado es que se haga viral. Y cuando tu sufrimiento es objeto de consumo público, es muy difícil seguir adelante”, explicó en el vídeo.
Tiempo después, y tras varias apariciones contadas en eventos y celebraciones durante los meses estivales, Montoya se ha sentado en el plato de ¡De Viernes! para hablar sobre la dura etapa que ha vivido tras su salida de La Isla de las Tentaciones y Supervivientes. "Este tiempo ha sido un punto de inflexión, han sido seis meses en los que no ha habido tiempo de parar o tranquilizarme. Yo estaba trabajando, era una persona normal y de un día para otro cambió todo", ha admitido a Santi Acosta, Bea Archidona y los allí presentes.
Llorando desconsoladamente, e incapaz por momentos de expresar todo el dolor que atesora, Montoya se ha sincerado en el plató del programa de Telecinco: "A mí de la tele lo que más me gusta es que es un medio estupendo para transmitir, pero yo soy fan de la salud, he rechazado ofertas que no están en los escritos porque para mí lo más importante es la salud, todo no vale (...) Mi cabeza brotó a nivel emocional porque han sido dos programas con una carga mental muy intensa, yo soy una persona como otra cualquiera que se enamora y que sufre situaciones como cualquier pareja, somos personas normales pero con la diferencia de que somos públicos".
Montoya ha reconocido que se sintió superado por la repentina fama que adquirió, siendo la última gala de Supervivientes la gota que colmó el vaso de su ansiedad y malestar: "Cuando regresé yo ya no estaba bien, esa noche en la gala yo no era yo. Cuando llegué al hotel después del programa, estaba desesperado, no entendía nada, no sabía qué hacer con mi vida, no encontraba salida ni sentido a nada", ha contado a los presentadores.
El concursante pensó en quitarse la vida tirándose desde un balcón: "Me llevé a mis padres de vacaciones y mientras ellos estaban allí en la playa, y me da vergüenza decirlo, me asomé al balcón, miré para abajo y me planteé mi vida porque nada tenía sentido. Mi padre sabía que yo no estaba bien y se vino de la playa en ese momento porque decía que no se sentía tranquilo. Estos meses han sido muy duros escuchando dimes y diretes, se han hecho comentarios muy feos sobre mí y yo no he matado ni a una mosca. Los concursos, el éxito y las audiencias están muy bien, pero eso no es la vida".