Cada día espera una nueva aventura a Ana Boyer y Fernando Verdasco con sus "tres mosqueteros", porque en una familia con tres niños pequeños no llega a existir nunca la calma ni la monotonía, sobre todo durante el periodo estival. El matrimonio ha pasado parte de su verano en Madrid, donde celebraron, el mes pasado, el Bautizo de su hijo Martín, y después pusieron rumbo a Sotogrande (Cádiz) y Miami, una ciudad a la que les gusta viajar cada año y donde suelen aprovechar para reunirse con los hermanos de Ana —Enrique, Chábeli y Julio José— y hacer divertidas excursiones con los niños. "Una semana más inolvidable en Miami. Esta ciudad siempre es muy especial para mí y siempre te da cosas para el recuerdo. Y esta vez no ha sido menos", confesaba Fernando sobre su viaje.
Tras esta escapada, a la que les acompañaron parte de la familia del tenista, como su hermana Ana, han regresado de nuevo a España para exprimir sus últimos días de vacaciones, y han sido fotografiados con sus dos hijos mayores protagonizando cotidianas escenas de playa, en las que la hija de Isabel Preysler ha demostrado que es una mamá todoterreno.
A Ana no se le resiste ningún juego de playa, desde hacer castillos de arena en la orilla, hasta coger olas con una tabla de "bodyboard" y pescar cangrejos en las rocas, y le gusta enseñar a sus hijos a hacerlo. Porque, aunque estamos acostumbrados a verla perfecta en posados familiares y eventos, ella es una madre más a la que le encanta jugar como una niña con sus hijos.
En esta ocasión, el matrimonio estuvo en la playa solo con los dos mayores —Miguel, de seis años, y Mateo, que en diciembre cumple cinco—, que ya van haciendo su pandilla de amigos y estuvieron jugando con varios niños.
Para su jornada de playa, Ana apostó por un traje de baño azul marino con estampado de soles amarillos, de la firma Jimmy Lion, con el que lució su tipazo de siempre, como si no hubiera pasado por tres embarazos.
Dentro de unos días, está previsto que el matrimonio y sus hijos regresen a Doha —como nos adelantaban a finales de junio— para comenzar el nuevo curso escolar. Residen allí desde 2016 y, aunque Fernando se despidió del tenis profesional el pasado febrero, continúan su vida en el país, compaginándola con sus visitas a la familia en España.