A Gabriela Guillén, cuando todo el mundo se enteró de su embarazo, le "sacudió en todos los sentidos". La primera reacción de Bertín Osborne a su embarazo supuso un huracán mediático para el que no estaba preparada. Desde un primer momento, ella quería mantener a su hijo en el ámbito privado "para que no lo dañaran", ya que conocía la repercusión que podía tener una fotografía de ella con su hijo, siendo tan jugosa para la prensa debido a toda la situación. Ahora, la empresaria se siente más segura y, aunque cuente con el apoyo del cantante, su perspectiva está marcada por el dolor de este tiempo atrás, aunque su pequeño David es lo más importante, y sus necesidades están primeras en la lista de prioridades.
Bertín y Gabriela intentan normalizar su nueva realidad: ser padres, pero cada uno con su vida por separado. Eso sí, unidos por y para el bienestar de su hijo, quien nació el 31 de diciembre de 2023. A pesar de los esfuerzos y la presencia de Bertín en la vida del pequeño, la empresaria se mantiene contundente y se muestra decepcionada con la reacción inicial del cantante.
Un Bertín diferente
"Lo que ocurrió en su momento no me gustó", comienza, subrayando que Bertín conoce esta postura, ya que cuando ocurrió toda esa tormenta mediática, le hizo saber que le había acercado "a la boca de los leones". Lo que más le preocupaba, sin embargo, era la (futura) reacción del pequeño. "Sobre todo, teniendo en cuenta que hay un niño que, el día de mañana, lo va a ver y lo va a saber", explica, puesto que ella, como cualquier madre, "quiero lo mejor" para su hijo, además de "evitarle todo lo malo que le pueda afectar".
Para ella, esa actitud de Bertín resultó chocante, puesto que ella había conocido a "un Bertín y luego apareció otro que... no reconocía", explicando que como estaba manejando la situación no cuadraba con como lo habría llevado "el hombre de quien yo me había enamorado".
"He estado realmente sola"
Todo se vino abajo cuando su relación se vio azotada por un tsunami "de la noche a la mañana". A pesar de que este le "sacudió en todos los sentidos", consiguió hacer frente a los contratiempos. "Me he hecho cargo de lo que me tocaba", nos confiesa Gabriela, muy contundente.
Estos últimos dos años han supuesto una etapa muy dolorosa para Gabriela. "Ha sido muy duro. Muy muy duro", comienza la empresaria, quien hace referencia a todas las personas que han aprovechado la situación para sacar rédito, explicando que "la mayoría de las personas que supuestamente dicen que me conocen no son de verdad".
"He estado realmente sola. Sin amigos", nos confiesa, subrayando que "hubo 'supuestos amigos' que solo eran 'interesados'". Enfadada, explica como estos la han traicionado: "han dado toda la información sobre mi vida". Sin embargo, y a pesar de esto, Gabriela comenta emocionada que ha tenido "una fuerza interna que me ha ayudado a avanzar", su hijo David, quien le ha hecho "mucho más fuerte de lo que yo ya era antes".
"No teníamos futuro"
La empresaria nos deja entrar brevemente en su cajón de los recuerdos cuando habla de como fue su relación con el conde de Donadío de Casasola. "Estábamos muy bien juntos, porque Bertín es una persona supercariñosa...", ´rememora Gabriela. Sin embargo, hace balance, sin caer en la nostalgia, y reflexiona sobre las probabilidades de que su relación hubiese continuado en el tiempo.
"Quizá no teníamos ningún tipo de futuro", admite, subrayando que, a pesar de esto, en ese momento la idea de que el amor lo podía todo era más fuerte que ninguna otra, ya que "sí que estábamos a gusto". Y el amor venció, pero no el romántico, sino el paterno. Ahora, ambos se muestran unidos por el cariño hacia su hijo, a quien le intentarán dar la mejor vida que les sea posible.