El caso para esclarecer la muerte de Matthew Perry avanza dos años después del terrible suceso. Jasveen Shanga, conocida como 'la reina de la ketamina' se ha declarado culpable de vender las drogas que provocaron la muerte o lesiones corporales graves al actor, entre otros cargos, según ha informado el Departamento de Justicia de Estados Unidos. La presunta traficante lleva detenida desde agosto de 2024 y se espera que presente la declaración oficial de culpabilidad en las próximas semanas.
Shanga, de 42 años, tiene doble nacionalidad británica y estadounidense y se enfrenta a nueve cargos criminales. La FIscalía le atribuye un "emporio de la venta de drogas" en su casa de Los Ángeles, donde se hallaron docenas de viales de ketamina durante una redada. Podría enfrentarse hasta a 60 años de cárcel.
Es el quinto eslabón de una macabra cadena que desembocó en el fallecimiento del queridísimo actor de Friends en octubre de 2023. Los médicos Salvador Plasencia y Mark Chávez, que admitieron administrarle la ketamina sin ningún tipo de protocolo médico, Kenneth Iwamasa, asistente de Perry, que le inyectó la dosis letal y Eric Fleming, que adquirió la droga de Shanga. Todos ellos se han declarado culpables de participar en alguna medida en el suministro de las sustancias que le llevaron a la muerte.
Tal y como reflejaba el informe toxicológico del forense, la muerte de Perry, que este martes cumpliría 56 años, se debió, principalmente, al uso de ketamina, un anestésico con propiedades psicodélicas, a lo que se le unió el ahogamiento, una enfermedad coronaria en las arterias y la buprenorfina, usada para tratar el trastorno derivado del consumo de opiáceos.
Además, el documental Matthew Perry: una tragedia de Hollywood, aporta datos escalofriantes acerca del suceso, como que recibió un total de 27 inyecciones de ketamina los tres días previos a su fallecimiento. Martin Estrada, Fiscal del Distrito de California que llevó a cabo la investigación, apuntó directamente al doctor Salvador Plasencia, que junto al también médico Mark Chávez, habría facilitado este fármaco al intérprete entre septiembre y octubre por un desembolso previo de 55 mil dólares. El documental incluye también testimonios que abordan cómo la industria del entretenimiento puede explotar la vulnerabilidad de sus estrellas.
Matthew Perry habló siempre abiertamente sobre sus problemas de adicción. Esperaba que su historia pudiera ayudar a otros. En su autobiografía Friends, Lovers and the Big Terrible Thing (2022), confesó haber gastado nueve millones de dólares en rehabilitación, haber estado dos meses en coma y haber sobrevivido con solo un 2% de probabilidades.