Recién celebrados sus 20 años de matrimonio y tras superar unos rumores de crisis que acapararon titulares, Joaquín Sánchez y Susana Saborido disfrutan ahora de unos días de descanso, en Marbella, alejados del foco mediático. La pareja ha hecho esta escapada tras regresar de Japón, donde han grabado la segunda entrega de El Capitán, el programa que el exfutbolista protagoniza junto a su mujer y sus dos hijas, Daniela y Salma, que cumplirán 19 y 15 años en septiembre. Lejos del ruido y la tensión de los últimos meses, el matrimonio, que también estrenará próximamente la nueva temporada de Emparejados, se dejó ver más unido que nunca, entre bromas a la orilla del mar y gestos de afecto.
Cabe recordar que el exjugador del Betis y su mujer se vieron salpicados, a comienzo de año, por un incómodo episodio tras desvelar la creadora de contenido Claudia Bavel unos mensajes que, supuestamente, habría intercambiado con Joaquín. A ello se sumaron unas declaraciones de José, hermano de Susana, que avivaron aún más las especulaciones. Sin embargo, frente al vendaval mediático, Joaquín y Susana optaron por el silencio, hasta que emitieron un comunicado conjunto anunciando su intención de emprender acciones legales contra quienes atentaran contra su honor y privacidad. Una respuesta firme que dejaba entrever lo que ahora confirman las imágenes: su compromiso sigue intacto, dejando atrás la tormenta mediática.