Morante de la Puebla ha recibido el alta hospitalaria, apenas unas horas después de la cornada que sufrió este domingo en plena Feria de la Peregrina, en Pontevedra.
El torero, de 45 años, resultó herido durante la faena con el primer toro de la tarde, un astado de Garcigrande que le alcanzó en el muslo derecho. La cogida le obligó a interrumpir la lidia y a pasar por la enfermería de la plaza, donde fue atendido de urgencia antes de ser trasladado al hospital Quirónsalud Miguel Domínguez de Pontevedra.
El parte médico detallaba que la cornada dejó una importante herida en la parte interna del muslo derecho, con dos trayectorias: una descendente de 10 centímetros y otra ascendente de 6 centímetros. El alcance de la lesión afectó a tejido subcutáneo, fascia muscular y provocó un desgarro en el abductor mayor.
Aunque las lesiones eran de pronóstico grave, Morante ha recibido el alta tras no presentar mayores complicaciones. "No ha tenido fiebre durante la noche. Ha dormido bien. Se le tomó la fiebre cada dos horas y ha descansado. Continúa con la medicación prescrita por los médicos", ha señalado Pedro Jorge Marques, apoderado del diestro sevillano, a Mundotoro. Además, ha aclarado que al diestro "se le practicó un TAC para descartar cualquier tipo de lesión que no fuera la herida de la cornada".
Podría ser intervenido
Sin embargo, no todo son buenas noticias para el diestro. Tal y como ha informado el periodista Javier Zabala de la Serna, Morante de la Puebla podría necesitar una nueva operación. Aunque la herida de la cornada presenta buen aspecto, ha drenado bien y no hay hematoma, es más que posible que haya que intervenir para aproximar los bordes de la cicatriz.
Los médicos estiman que su recuperación podría alargarse entre siete y diez días, lo que pondría en riesgo su intensa agenda taurina de agosto. Por el momento, únicamente ha cancelado su compromiso de este lunes en Huesca, mientras que su nombre sigue anunciado para la corrida del 15 de agosto en San Sebastián.
Tal y como publica El País, Morante de la Puebla ha optado por viajar a Sevilla en su propia furgoneta, que dispone de cama, aunque antes de llegar a casa hará un alto en Lisboa para que un cirujano, amigo de su apoderado, revise el estado de la herida.