Emma Thompson, dos veces ganadora del Oscar y una de las actrices más admiradas del cine británico, sorprendió al público del Festival de Locarno, en Suiza, con una historia tan inesperada como divertida. Durante su paso por el certamen, donde recibió el prestigioso Leopard Club Award en reconocimiento a su carrera, la intérprete recordó una llamada telefónica que jamás olvidará: la que le hizo Donald Trump… el mismo día que firmaba su divorcio con Kenneth Branagh.
La actriz situó la escena en 1998, mientras rodaba la comedia dramática Primary Colors. “Estaba en mi caravana, tranquilamente, cuando sonó el teléfono y escuché: ‘¡Hola, soy Donald Trump!”, relató, despertando risas entre los asistentes. “Pensé que era una broma y le pregunté: ‘¿Cómo puedo ayudarle?’. Quizá necesitaba indicaciones para llegar a algún sitio”, bromeó con su habitual ingenio.
Pero no se trataba de un error. Según contó, el entonces empresario y futuro presidente de Estados Unidos fue directo con su propuesta: “Entonces me dijo: ‘Me encantaría que vinieras a quedarte en uno de mis lugares preciosos. Quizá podríamos cenar’”. Thompson, sorprendida pero educada, le respondió: “Bueno, eso es muy amable. Muchas gracias. Me pondré en contacto con usted”.
Un día de cambios… para ambos
Lo curioso, explicó la actriz, es que aquella llamada coincidió exactamente con la llegada del decreto que ponía fin a su matrimonio con Kenneth Branagh. “Me di cuenta de que ese día había llegado mi divorcio. Y apuesto a que él tenía gente buscando a personas ‘adecuadas’ para salir con él. Ya saben, una buena divorciada… eso es lo que estaba buscando”, comentó entre carcajadas.
Trump también estaba recién separado de su segunda esposa, la modelo Marla Maples, con quien tuvo a su hija Tiffany. La intérprete incluso bromeó con la forma en que el magnate consiguió su número: “Lo encontró en mi caravana. Quiero decir, eso es acoso”. Y remató con una frase que hizo estallar al público: “Podría haber ido a una cita con Donald Trump, y entonces tendría una historia que contar. ¡Podría haber cambiado el curso de la historia de Estados Unidos!”.
De un divorcio mediático a una vida familiar estable
Emma Thompson y Kenneth Branagh se conocieron en 1987, durante el rodaje de la miniserie Fortunes of War, y se casaron en 1989. Seis años después, la relación llegó a su fin en medio de rumores —posteriormente confirmados— de que Branagh había iniciado un romance con Helena Bonham Carter mientras rodaban Mary Shelley’s Frankenstein (1994).
En 2022, la actriz reflexionó sobre esa etapa en una entrevista con The New Yorker: “Estaba absolutamente ciega al hecho de que él mantenía relaciones con otras mujeres en el rodaje. Lo que aprendí fue lo fácil que es cegarse a una misma por el deseo de autoengañarse”. Aseguró que, en aquel momento, se sentía “a medio vivir”.
Hoy, la vida de Thompson es muy distinta. En 2003 se casó con el actor Greg Wise, a quien conoció en 1995 durante el rodaje de Sentido y sensibilidad. Juntos son padres de Gaia, de 25 años, y de Tindyebwa “Tindy” Agaba, de 36, a quien adoptaron. Este último acompañó a la actriz en Locarno, donde también se presentó su nuevo thriller, The Dead of Winter.
Con la serenidad que dan los años y su sentido del humor siempre intacto, Emma Thompson convirtió un momento tan surrealista como inesperado en una de esas historias que parecen sacadas de una película. Entre el glamour del Festival de Locarno, la ovación del público y la complicidad que despertó su relato, la actriz dejó claro que, más allá de los premios, lo que permanece en la memoria son las pequeñas grandes anécdotas.