Isabel Preysler está viviendo uno de sus veranos más especiales. Junto a su hija Tamara Falcó y su yerno Iñigo Onieva, ha viajado a un lugar de lo más idílico que, además, ha evocado alguno de los recuerdos más notorios que atesora de su infancia.
"Rodeada de mar y palmeras… este clima me transporta a mi querida tierra natal. Una auténtica alegría poder disfrutarlo en un lugar tan especial, con un equipo impecable", ha publicado en sus redes sociales, junto a diversas fotografías en las que demuestra lo mucho que está disfrutando de las islas Maldivas junto a su familia.
Con un colorido caftán y unas sandalias de Hermès, Isabel se ha mostrado sonriente en una atípica publicación en la que atestigua lo bien que se lo está pasando junto al matrimonio -una prueba de fuego que demuestra que la relación con el empresario se encuentra en una etapa de crecimiento y entendimiento-. Visitando zonas como la isla de Voavah o Kuda Huraa, la madre de la marquesa de Griñón se ha sentido atrapada por el carácter tropical de su clima, recordándole a su Filipinas natal.
Los tres se han alojado en diversos hoteles de la cadena Four Seasons que incluyen todo lujo de detalles y experiencias únicas: un yate privado de 19 metros para llegar hasta las zonas más recónditas, centro de buceo, spa y una manada de delfines residentes son algunos alicientes de la larga lista a su disposición. Un destino de ensueño, aguas turquesas y relax que ha permitido a Isabel hacer memoria y abrir el baúl de los recuerdos de su adolescencia.
No es la primera vez que madre e hija viajan juntas a Maldivas, ya que en una ocasión se desplazaron hasta allí acompañadas por Ana Boyer para celebrar el cumpleaños de Tamara, manteniendo la tradición de hacer viajes de chicas una vez al año. En esta ocasión les acompaña el marido de la marquesa de Griñón: un viaje de lo más especial en el que han compartido experiencias inigualables, recuerdos y mucha sintonía.
El motivo por el que abandonó Filipinas
Isabel tenía 17 años cuando llegó por primera vez a España procedente de Filipinas. Nunca ha ocultado que el motivo por el que sus padres la enviaron a Madrid: fue “porque, en aquella época, yo salía con un chico que, ellos pensaban, no era el adecuado para mí”. Hace unos años desveló a ¡HOLA! que lo que llevó a sus padres, “que eran muy estrictos”, a tomar aquella decisión fue una escapada secreta con su novio, a una isla y en avión.
“Hay una cosa que nunca he contado, sobre todo a mis padres… Pasó hace muchos años, en Filipinas, con un noviete que a ellos no les gustaba nada. Yo tenía 17 años y él 27”, contó. “Un domingo, después de Misa, mis hermanas y yo nos fuimos al Polo Club a pasar el día como hacíamos siempre que no teníamos colegio", añadió”.
Al pertenecer a una familia muy religiosa y tradicional, Isabel estuvo “castigada una semana entera sin salir de mi cuarto, sin ver televisión y sin hablar por teléfono”. “Diez días después -añade-, me metieron en un avión y me mandaron a España. Ese fue el motivo por el que vine. Mi madre, naturalmente, se hizo el viaje conmigo”, explicó a esta revista en 2021.
Un verano de lujo
Tras unos días en la isla de Voavah, la familia se ha desplazado a la zona de Kuda Huraa, un enclave en el que es difícil distinguir dónde termina el océano y dónde comienza el cielo -además de una de las islas más fotografiadas entre los viajeros-. Se trata de un entorno rural formado por una laguna, jardines de flores y una isla spa privada que proporcionan una serenidad total.
Después de su romántica luna de miel por varios países y su primer aniversario de boda, Tamara Falcó ha encontrado en este viaje una nueva ocasión para desconectar, esta vez con su madre. Isabel, por su parte, ha vuelto a demostrar que sigue siendo todo un referente de estilo y sofisticación a cualquier edad.