Jenna Ortega solo tiene 22 años, pero se maneja por las aguas de Hollywood como el tiburón con el que Steven Spielberg aterrorizó a los bañistas en el año 1975. La intérprete estadounidense tiene claro lo que quiere, y cómo, y por eso no ha dudado en hacerse escuchar en los imponentes despachos que ha ido pisando.
Su Miércoles regresa a la pantalla, la pequeña, con una segunda temporada en la que ella ha tomado las riendas. La ficción de Netflix, una de las más exitosas de su corta historia -no en vano, es la serie más vista de la plataforma, con más de 252 millones de visualizaciones en todo el mundo-, estrena los nuevos capítulos este miércoles 6 de agosto. El listón está muy alto, pero Jenna ya ha dejado caer, de una forma un tanto inesperada, que la trama será más oscura que en la primera parte del fenómeno mundial.
No lo ha hecho a través de unas declaraciones polémicas o espontáneas en una alfombra roja, sino con una serie de looks explosivos con los que ha abrazado su vena más gótica, mística y esotérica: se acabaron las trenzas y la simpatía, Miércoles es ahora la chica más cool y moderna de la sala. En Londres se convirtió en una versión humana de las serpientes de río que mudan la piel; y en París se colgó una cruz del cuello al más puro estilo Madonna para demostrar su entrada en la ficción como productora ejecutiva, un rol con el que ha podido meter mano al arco emocional del personaje al que interpreta.
Descontento con los escritores
¿Qué ha llevado a Jenna Ortega a querer formar parte de los guiones de Miércoles? Tras el éxito de la primera temporada, la intérprete no dudó en señalar su descontento con cómo estaban escritos algunos de los capítulos de la serie. En el pódcast Armchair Expert que conduce Dax Shepard, la intérprete admitía que nunca había tenido que ponerse tan firme en un rodaje y confesó que llegó a cambiar algunas líneas de sus diálogos sin consultar con los guionistas: "Todo lo que Miércoles hace, todo lo que tuve que interpretar, no tenía sentido para su personaje", contó entonces.
"Que estuviera en un triángulo amoroso no tenía sentido. Había una frase sobre un vestido que tiene que llevar para un baile del colegio: 'Oh Dios, ¡me encanta!. No puedo creer que haya dicho eso. Me odio a mí misma'. Tuve que ir y decir que no", reveló sobre su descontento con la forma en la que habían descrito y analizado al personaje. Su reacción a algunas de las líneas que los escritores escribían generó tensión en el set de rodaje, con momentos "poco profesionales".
"Me volví muy protectora con mi personaje", admitía entonces, añadiendo que tuvo que sentarse con los guionistas para explicarles el abecé de la protagonista, caracterizada por su oscuridad, sarcasmo y particular forma de ver la vida. "No puedes liderar una historia y no tener un arco emocional, porque entonces se vuelve aburrida y a nadie le gusta", admitía.
Sin cejas hay paraíso
El cambio de look de Jenna Ortega en las alfombras rojas para presentar los nuevos capítulos de Miércoles deja entrever su nuevo papel como productora ejecutiva: mayor confianza, más control y más dosis de seguridad. Con las cejas teñidas y unos estampados menos bucólicos, la actriz ha dejado claro que, para ella, el icónico personaje de la Familia Addams debe ser fiel a su esencia. Atrás queda la imagen de colegiala bondadosa o los diálogos que comprometen su imaginario.
Jenna está contenta con el resultado, pues al ser preguntada estos días por los guiones, su respuesta ha sido muy distinta a la que dio sobre la primera temporada: "La trama se desarrollaba mientras rodábamos, así que era más bien así, ya sabes, a medida que llegaban los guiones y avanzaban los episodios, había cambios y giros rápidos, pero confiamos mucho en nuestros guionistas, así que les dejé hacer lo que tenían que hacer, y cuando Tim [Burton] y yo sentíamos la necesidad de intervenir, lo hicimos. Pero siempre fue para añadir algo más o profundizar en algo concreto", admitía a la prensa.
"La fama me abrumó"
La intérprete ha demostrado que no le asusta coger las riendas, sobre todo cuando se trata de mimar y cuidar al personaje que más éxito profesional le ha brindado hasta la fecha. Si va a protagonizar la serie más vista en la historia de Netflix, qué menos que poder dirigir, aunque solo sea desde los matices, la nave nodriza que hace aterrizar a Miércoles. Habrá que esperar para ver si los nuevos capítulos de la ficción mantienen el hilo estilístico de la primera temporada o si, por el contrario, se nota la influencia de Jenna Ortega.
Otra de las figuras que, seguramente, ha impactado la producción de la segunda temporada ha sido Lady Gaga. La cantante, que se encuentra en plena gira con su Mayhem Ball Tour, quiso incorporarse a los nuevos episodios tras el éxito que una de sus canciones, Bloody Mary, empleada en uno de los capítulos iniciales, tuvo tras el visionado masivo de Miércoles.
La serie fue tan popular que Jenna ha admitido recientemente el peso que tuvo que pagar por la atención recibida. "Sigo estando muy agradecida. No sabíamos cuánta gente iba a querer verla. Haces estas cosas y no sabes lo que va a pasar, así que fue muy abrumador", ha contado la intérprete en una entrevista reciente con la BBC.