Marbella ha vuelto a brillar con luz propia para celebrar una buena causa. Anoche, 2 de agosto, la ciudad malagueña volvió a demostrar que la solidaridad también puede vestirse de gala. La Finca La Concepción, un lugar con casi dos siglos de historia a sus espaldas, acogió la 40ª edición de la Gala Contra el Cáncer, organizada por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en una velada que combinó elegancia, glamur y compromiso social. Con un total de 682 asistentes, sin duda, esta ha sido la edición más multitudinaria hasta la fecha, superando con creces la cifra alcanzada el año pasado, con 620 personas.
Este evento se ha consolidado como uno de los encuentros solidarios más emblemáticos de España y la cena benéfica con mayor tradición en la Costa del Sol. Respaldada institucionalmente por el Ayuntamiento de Marbella y con el apoyo de más de 200 empresas locales y nacionales, esta cita anual representa mucho más que una velada de lujo: es un compromiso colectivo con la vida. En su 40ª edición, la totalidad de lo recaudado se destinará a financiar los programas y servicios gratuitos que la AECC ofrece en Marbella, tanto a pacientes como a sus familias, reforzando su apuesta por la investigación, la prevención y la atención integral en todas las fases de la enfermedad.
Muchos rostros conocidos no quisieron perderse una de las citas más destacadas del verano marbellí. La Finca La Concepción, escenario de la gala, se convirtió en un auténtico desfile de solidaridad, con un ir y venir constante de personajes VIP que vivieron una noche inolvidable. Entre los invitados destacaron figuras muy queridas del mundo del deporte, la televisión y el espectáculo: la gimnasta olímpica Almudena Cid, el presentador Nacho Abad, el vidente Rappel, la comunicadora Arantxa de Benito, el veterano periodista José Manuel Parada, el exmatador de toros, Óscar Higares o Estefanía Luyk, entre otros. Todos ellos quisieron sumar su presencia a una causa que nos toca a todos, demostrando que la fama también puede ser altavoz de esperanza.
A su llegada, los invitados fueron recibidos por Santiago Gómez-Villares, presidente de la Junta Local de la AECC en Marbella, elegantemente vestido con un esmoquin negro, y por la vicepresidenta Setareh Mohregui, muy guapa con un vestido rojo palabra de honor, junto a otros miembros de la organización. El ambiente fue cálido, cercano y profundamente emotivo, reflejo del espíritu que ha convertido esta gala en un referente nacional de compromiso social.
Famosos con mensaje
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue la entrega del premio The Fighter (que significa 'el luchador') al actor Sergio Peris-Mencheta, por su valentía al compartir públicamente su lucha contra el cáncer. Aunque no pudo asistir por compromisos profesionales en Nuevo México, envió un vídeo en el que agradeció el galardón y rindió homenaje a los profesionales de la sanidad pública: “Ellos son los verdaderos luchadores”. El año pasado fue Lara Dibildos quien recibió este galardón. La actriz sufrió cáncer de tiroides cuando solo tenía 19 años.
El galardón “La Concha de Marbella”, una exquisita obra del artista David Marshall, fue entregado por Santiago Gómez-Villares y Setareh Mohregui. En nombre del homenajeado, lo recogió su amiga Almudena Cid, quien conmovió al público con unas palabras llenas de ternura y sensibilidad dedicadas al actor. Su intervención fue uno de los momentos más aplaudidos de la noche, dejando una huella de emoción que perduró en todos los presentes.
Música, magia y gastronomía solidaria
La gala fue conducida por Eva Ruiz, presentadora de Canal Sur, y Poty Castillo, quienes imprimieron ritmo y cercanía a la noche. Las actuaciones musicales corrieron a cargo de Modestia Aparte, Conchita y el DJ Kike Supermix, para cerrar la noche de fiesta. Por su parte, el grupo Vintage Experience fueron los encargados de amenizar el cóctel previo a la cena, que transcurrió en los jardines del recinto.
La magia también tuvo un papel protagonista en esta noche de solidaridad. Los espectáculos de Jorge Blass y el Mago Yunke cautivaron al público con números llenos de ilusión, misterio y emoción. Sus actuaciones no solo arrancaron aplausos, sino también miradas de asombro y sonrisas cómplices, convirtiéndose en uno de los momentos más vibrantes de la velada.
La cena fue servida por Derraíz, firma del Grupo Gorki, y el cóctel contó con firmas importantes como Viña Salceda, Cervezas Victoria, Takumi, Jamones Popi, Moët & Chandon, Mays General y La Telera. Todo cuidado al detalle para ofrecer una experiencia de alta cocina con alma solidaria.
Subastas con corazón
Otro de los momentos más esperados de la velada fue la rifa benéfica y la subasta solidaria, que lograron reunir más de 300 regalos gracias a la generosa colaboración de más de 200 empresas. La emoción se palpaba en el ambiente mientras los asistentes pujaban por auténticas joyas, tanto simbólicas como materiales. Algunas celebridades, como Lara Dibildos y Almudena Cid, no dudaron en sumarse activamente a la subasta, aportando su carisma y compromiso a la causa.
Entre los objetos más codiciados destacaron piezas únicas y experiencias exclusivas: camisetas firmadas por Mbappé (ya como jugador del Real Madrid), Koke y Julián Álvarez (Atlético de Madrid), así como las de leyendas del tenis como Rafa Nadal y Novak Djokovic. También brilló la camiseta de la selección española firmada por la joven promesa Dean Huijsen, una gorra de los Boston Celtics autografiada por Hugo González, vuelos y entradas en palco VIP para el Santiago Bernabéu, estancias en hoteles de lujo como Nobu y Puente Romano, obras de arte de reconocidos artistas como Pedro Peña y D. Darko, y joyas exclusivas de la prestigiosa firma Gómez & Molina. El sorteo del tradicional cofre de joyas donado por esta joyería, una de las señas de identidad de la Gala, se ha convertido en uno de los premios más esperados entre los asistentes.
Como broche final, la empresa Umiles ofreció un espectáculo de drones que iluminó el cielo marbellí con figuras geométricas, corazones y el logo de la AECC, dando las gracias a todos por su colaboración. Un cierre de lujo para una noche que dejó huella y donde, una vez más, triunfó la solidaridad.