La vida de Isabel Jiménez (43 años) dio un vuelco inesperado el pasado mes de abril, cuando se conoció públicamente que ella y su hasta entonces marido, Álex Cruz, habían decidido poner distancia en su historia de amor. Tras 16 años de matrimonio y dos hijos en común, Hugo y Daniel, la pareja tomó la difícil decisión de seguir caminos separados, aunque siempre con un objetivo común: el bienestar de su familia. Pese a la separación, Isabel y Álex continúan compartiendo momentos juntos. De hecho, durante este verano han organizado planes con sus hijos tanto por separado como en conjunto. “Pase lo que pase, siempre vamos a ser una familia. Hemos sido un equipo durante 20 años y vamos a seguir siéndolo”, expresó Isabel con claridad y serenidad, dejando patente que, aunque su relación sentimental haya concluido, su vínculo como padres permanece más fuerte que nunca.
Quienes les conocen insisten en que entre ellos sigue existiendo una relación cercana y afectuosa. Una afirmación que parece confirmarse no solo con sus palabras, sino también con sus actos: en las últimas semanas han compartido salidas con amigos y escapadas familiares que reflejan la complicidad que aún mantienen. Uno de los destinos habituales de la familia Jiménez-Cruz en estas fechas es Agua Amarga, la pedanía almeriense donde Álex —natural de Almería— ha veraneado desde siempre. Hasta allí solían trasladarse cada verano junto a sus hijos, disfrutando de jornadas tranquilas junto al mar. Por el momento, no está confirmado si Isabel se unirá este año a esa tradicional escapada.
Mientras tanto, Isabel ha vivido un verano especialmente activo. A través de sus redes sociales ha compartido imágenes de un viaje muy especial a las islas Maldivas junto a una amiga. “Gracias por la aventura, por la energía, por las charlas y por las risas. Hemos visto amanecer casi cada día”, escribió desde el paraíso asiático. Y añadió: “Hemos aprendido a respirar, a escuchar la vida, a sentir la naturaleza. Nos vamos agradecidas y felices”.
También ha tenido tiempo para escaparse con su inseparable Sara Carbonero y participar en distintos compromisos profesionales, como las acciones promocionales de Slowlove, la firma que crearon juntas hace una década. “Isabel es superfuerte, superluchadora y está afrontando las cosas que vienen”, aseguraba la periodista toledana hace unos meses, arropando a su amiga en un momento delicado.
El anuncio de la separación sorprendió a muchos, ya que durante años Isabel y Álex proyectaron una imagen sólida y estable. La noticia no vino acompañada de escándalos ni terceras personas, y tampoco se ha tramitado aún el divorcio. Fue él quien abandonó el domicilio familiar, pero ambos han seguido viéndose con frecuencia, coordinándose para compartir tiempo con sus hijos y mantener una rutina estable para ellos. Así, más allá de cualquier etiqueta, siguen comportándose como un equipo, como una familia, con la intención de preservar la normalidad para sus pequeños.
Isabel, muy discreta en lo que respecta a su vida personal, no ha querido hacer más declaraciones sobre su situación, aunque sí dejó claro a ¡HOLA! que “no he hablado de separación ni de reconciliación”. Y es que, en medio del revuelo mediático, su prioridad sigue siendo proteger a los suyos: tanto a sus hijos como a Álex, a quien continúa considerando parte esencial de su vida. Casados desde 2009 en Almería, su tierra natal, Isabel y Álex vivieron juntos una larga y sólida historia de amor, construida lejos de los focos. Él, ingeniero de profesión y muy reservado, siempre ha preferido mantenerse en un discreto segundo plano. Ella, por su parte, compagina su faceta de madre con una carrera periodística de éxito y una creciente presencia como empresaria en el sector de la moda sostenible.