La Copa del Rey MAPFRE no es solo una regata, es un universo que combina deporte de élite, elegancia mediterránea y compromiso con el futuro. Este año, en su 43ª edición, el evento más emblemático del verano en Palma eleva su perfil con un completo programa de sostenibilidad, ciencia y acción social que transforma cada jornada en una experiencia con propósito. Porque hoy, más que nunca, navegar también es cuidar.
En el Real Club Náutico de Palma (RCNP) desde el sábado 26 de julio hasta el sábado 2 de agosto, la bahía de Palma se convierte en aula marina, lleno de color y mensajes que inspiran. Los visitantes encuentran una verdadera aula abierta con los Talleres de Impacto Social, como el mural de reciclaje colaborativo, el barco solar, el taller de ciencia ciudadana abordo y actividades de reciclaje artístico; un programa impulsado por el RCNP y la iniciativa Love The Mediterranean, de True Wold. Estas propuestas están diseñadas para que grandes y pequeños tomen conciencia sobre el impacto de nuestras acciones y el poder de la transformación.
Bajo el lema #MásQueUnaRegata, el evento despliega una programación paralela que pone el foco en la educación medioambiental, la innovación y el cuidado del entorno. Cada jornada comienza con la salida científica de la embarcación Stenella, una experiencia divulgativa donde se fomenta el conocimiento del ecosistema marino a través de la observación y la participación ciudadana.
Otro de los grandes protagonistas del programa es el velero escuela eléctrico Galaxie, que cada día ofrece sesiones de navegación sostenible para escolares, voluntarios y asistentes, reforzando el valor de la innovación en la movilidad náutica.
Este año, además, figuras del deporte como Joan Cardona, Hugo Ramón, Lluch Bestard o Síbila Busquets y Toni Llull se suman a la causa compartiendo su experiencia en encuentros que combinan talento, valores y juventud comprometida.
En definitiva, la Copa del Rey MAPFRE 2025 demuestra que el verdadero lujo del siglo XXI no está solo en los trofeos, sino en la capacidad de generar impacto positivo. Porque cada gesto, cada taller y cada virada hacia la conciencia ambiental hacen de esta regata mucho más que una competición: un movimiento con rumbo hacia el futuro.