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Junto a estas líneas, Sonsoles Ónega a su llegada a la fiesta de fin de temporada, donde celebró el éxito de su programa junto a su equipo. "Ha sido una temporada difícil, pero llena de aprendizajes", confesaba la periodista, que ahora se prepara para disfrutar de unas merecidas vacaciones© Europa Press

Pone el broche de oro

Sonsoles Ónega hace balance de su temporada más intensa: "Ha sido difícil. Tengo ganas de tener tiempo"

Se despide rumbo a unas vacaciones en familia


31 de julio de 2025 - 15:55 CEST

Con la serenidad de quien ha conquistado su sitio sin ruido y el reconocimiento de una audiencia fiel, Sonsoles Ónega se despide de una temporada cargada de emociones, retos y grandes logros profesionales. Al frente de Y ahora Sonsoles, ha vuelto a liderar las tardes televisivas, consolidándose como un referente de entretenimiento en nuestro país. Antes de hacer las maletas y marcharse unos días con sus hijos —su refugio y motor—, Sonsoles quiso celebrar el éxito con su equipo en una velada entrañable, en Madrid, en la que se dieron cita rostros habituales del programa, como Valeria Vegas, Beatriz Cortázar o Bárbara Royo. Risas, anécdotas, abrazos y muchos brindis marcaron una noche especial, de las que se guardan para siempre.

Junto a estas líneas, Sonsoles Ónega a su llegada a la fiesta de fin de temporada, donde celebró el éxito de su programa junto a su equipo. "Ha sido una temporada difícil, pero llena de aprendizajes", confesaba la periodista, que ahora se prepara para disfrutar de unas merecidas vacaciones© Europa Press
Junto a estas líneas, Sonsoles Ónega a su llegada a la fiesta de fin de temporada, donde celebró el éxito de su programa junto a su equipo. "Ha sido una temporada difícil, pero llena de aprendizajes", confesaba la periodista, que ahora se prepara para disfrutar de unas merecidas vacaciones

"Ha sido difícil"

"Ha sido una temporada difícil", confesaba la periodista sin perder la sonrisa. "La franja de tarde ha sido inestable en muchas cadenas y eso nos ha obligado a mantenernos alerta, con el nivel de exigencia muy alto". Pero esa dificultad, lejos de desgastarla, parece haberla reafirmado. "Tengo ganas de tener tiempo —admitía—, tiempo para estar con mis niños, para leer, escribir y pensar".

Este deseo no es casual. En un momento de madurez profesional y personal, Sonsoles reivindica la pausa como espacio necesario para reencontrarse con la escritura, la calma y lo que verdaderamente importa.

"Doy gracias todas las noches"

"Soy muy afortunada —añade—, y doy gracias todas las noches por poder hacerlo todo, hacerlo bien y hacerlo en paz, con coherencia y con rigor". Durante su descanso estival será Pepa Romero, compañera de confianza, quien tome el testigo en el plató. Sonsoles se marcha sin miedo a ausentarse, sabiendo que su lugar está más que defendido y que su equipo es un engranaje sólido y comprometido.

Media Image© Europa Press

"No quiero que me destronen"

Pero más allá de los logros televisivos, hay una Sonsoles más íntima que asoma entre líneas, como dejó ver en su reciente entrevista a El País. "No me representa lo de “reina de las tardes”", decía. "No es falsa modestia. Me encanta hacer bien mi trabajo, pero a las reinas se las puede destronar... y no quiero que me destronen", afirmaba.

Por otro lado, la escritora compartía también sus inseguridades pasadas, como la creencia de que su físico no encajaba en televisión: "Pensaba: “¿Quién se va a fijar en mí?”. Supongo que es una de las muchas tonterías que he dicho. Me dilapido mucho. Soy muy gusana".

"Era infeliz en mi matrimonio"

Pero de esas grietas también ha surgido su fuerza. "Pude escribir en los años más exigentes de mi vida porque era infeliz en mi matrimonio. Cerrar la puerta fue una liberación. Cuando me divorcié, liberé a una Sonsoles que llevaba mucho tiempo apresada". Y añade: "Supe que iba a divorciarme y me divorcié. Tardé un verano. Recuerdo que estaba cortando un limón", confiesa haciendo alusión a su divorcio de Carlos Pardo Sanz, tras más de una década juntos.

Media Image© GTRES

Orgullosa de su carrera literaria —y con un Premio Planeta que avala su trayectoria—, no oculta su malestar cuando siente que se le resta valor: "Me duele que intenten frivolizar con mi vocación de escritora. El alma es mía, no me la pueden robar". Y reivindica, con convicción, su papel como narradora cercana: "Soy escritora de supermercado con mucho gusto. Quiero que me lean las madres del cole".

Hoy, Sonsoles transita un presente sereno, sin aspiraciones idealizadas. "El amor con 47 años es más tranquilo, ya no tiene cuento de Disney. Es como si llegaras con el estado construido y solo tuvieras que no fastidiarlo". Y así, fiel a su intuición —"me dejo llevar por el pálpito", confesaba—, se retira temporalmente del foco. Pero no se despide. Solo respira. Y se regala eso que tanto anhela: tiempo.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.