Jaime Cantizano vive uno de los momentos más especiales de su vida. Tras una década de discreta relación con el empresario y artista Miguel García Golding, el presentador ha celebró su boda con el hombre que le ha acompañado durante los últimos diez años. Una historia de amor que comenzó lejos de los focos y que ha florecido en una unión sólida y serena, de la que también forma parte su hijo Leo, su inseparable perrita Duna y el nuevo integrante de la familia Kaos. Después de una boda de cuento, Jaime Cantizano y Miguel García Golding han comenzado su vida de casados en uno de los destinos más sorprendentes —y simbólicos— del mundo: Bután, el pequeño país del Himalaya conocido como "el país de la felicidad". Un enclave que en los últimos meses ha ganado popularidad entre las élites tras haber sido también en el destino elegido por José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo para su luna de miel.
Aunque siempre discreto, Cantizano ha dejado algunas pistas de este viaje espiritual y exótico en sus perfil público de redes sociales. En una de sus historias, aparece visitando un taller centenario de papel artesanal en Timbu, la capital, dejando ver su fascinación por la cultura y las tradiciones locales. “Así siguen haciendo el papel en este taller con más de 200 años de historia”, explicaba mientras observa con atención la delicada técnica de fabricación manual.
También ha mostrado brevemente su alojamiento: un hotel enclavado en plena naturaleza, con ventanales que se abren a las majestuosas montañas del Himalaya. Un lugar que invita a la contemplación, la paz interior y la conexión con uno mismo y con el otro. Sin duda, un refugio ideal para quienes acaban de iniciar una nueva etapa vital como matrimonio.
Este retiro en pareja, lejos del ruido y las cámaras, ofrece planes tan únicos como visitar el icónico monasterio del Nido del Tigre —colgado de un acantilado a 3.000 metros de altura—, practicar meditación guiada en templos budistas o degustar platos típicos de su sabrosa gastronomía local, como el ema datshi -un guiso picante de chile con queso- o el arroz rojo de Paro, base de la alimentación butanesa.
En Bután, los recién casados también pueden disfrutar de actividades únicas, como recorrer antiguos monasterios budistas o realizar caminatas por los valles de Paro y Punakha, rodeados de paisajes de ensueño. Además, podrían animarse a disfrutar de los hot stone baths, baños de agua caliente con piedras volcánicas, una de las experiencias más relajantes y exclusivas del país.
No es de extrañar que este rincón haya conquistado su corazón, ya que incluso la realeza no se puede resistir a sus encantos. Este es uno de los destinos que incluso el rey Carlos III de Inglaterra -entonces príncipe- guarda con especial cariño. Lo visitó en 1998, cuando realizó una caminata hasta el Nido del Tigre y se detuvo en un templo budista para pintar, fascinado por la serenidad del entorno.
Años más tarde, en 2016, fueron los duques de Cambridge quienes vivieron su propia aventura butanesa. Guillermo y Kate fueron recibidos con honores por los jóvenes reyes del país, participaron en una ceremonia tradicional, practicaron tiro con arco y, como no podía ser de otra manera, también se aventuraron hasta el monasterio colgado del acantilado. Un destino que, más allá de lo exótico, es una declaración de intenciones: empezar esta nueva etapa con calma, equilibrio y un compromiso profundo con su bienestar como pareja.
No se sabe aún cuál será su próxima parada, pero está claro que Jaime Cantizano y Miguel García Golding han comenzado su vida de casados con un viaje tan especial como simbólico, en el que la belleza natural, la espiritualidad y la desconexión marcan el compás de una historia de amor que sigue creciendo. No se descarta que, al igual que Almeida y Teresa Urquijo hicieron una parada en las Maldivas, ellos también alarguen su luna de miel con otro destino paradisíaco. Lo que está claro es que están disfrutando de cada momento y como decía el propio Jaime en uno de sus mensajes: “A celebrarlo como debe ser”. Sin duda, lo están haciendo.
Una boda de ensueño en el castillo de los famosos
Antes de poner rumbo al Himalaya, Jaime y Miguel celebraron una doble boda: una ceremonia civil íntima en Jerez de la Frontera y una gran fiesta el pasado 19 de julio en el Castillo de Batres (Toledo), uno de los enclaves más codiciados entre celebridades como Jaime Lorente y Melendi. Rodeados de amigos y rostros conocidos, la pareja organizó una velada mágica al atardecer, entre jardines históricos, trajes a medida y un menú diseñado por el chef Ramón Freixa.
Entre los invitados no faltaron Boris Izaguirre, Mario Vaquerizo, Alaska, Bibiana Fernández o Jorge Fernández. El hijo de Jaime, Leo, tuvo un papel clave durante la ceremonia, entregando los anillos a sus padres en un gesto lleno de ternura.
El banquete, cuidado al detalle, incluyó propuestas como cigalitas sobre base de tomate o bogavante con fusión cárnica, acompañado de un cóctel en los jardines y una pista de baile que se mantuvo viva hasta la madrugada con música en directo y un ambiente cargado de emoción.