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El mundo de la música llora la muerte de Ozzy Osbourne a los 76 años. Su salud se había debilitado, especialmente a raíz de su diagnóstico de Parkinson, pero ha sido una noticia inesperada porque hace solo tres semanas se despidió del público en un gran concierto en el que se reencontró con Black Sabbath, la banda con la que su popularidad traspasó todas las fronteras. Su numerosa familia confirmó en un comunicado que la voz de la leyenda del heavy metal se apagó para siempre la mañana del 22 de julio y que se fue rodeado de mucho amor. Las condolencias no dejan de sucederse mientras sus allegados ponen en marcha los planes para el último adiós al príncipe de las tinieblas, que dispuso cómo quiso ser despedido.
© Getty ImagesFaltan todavía por concretar detalles del último adiós al ganador de cinco premios Grammy, como la fecha o el lugar en el que será despedido, pero sí se espera que la familia tenga en cuenta sus deseos. El propio John Michael Osbourne (así se llamaba en realidad) abordó con naturalidad el tema de la muerte en varias ocasiones y concibió su funeral como en el que únicamente hubiese cabida para el agradecimiento. El intérprete de temas como Crazy Train y Bark at the Moon no quería dramas ni lamentos, todo lo contrario. Incluso bromeó diciendo que pueden reproducir "el sonido de golpes dentro del ataúd" o proyectar "un video pidiéndole a mi médico una segunda opinión sobre mi muerte".
Fiel a su personalidad única y excéntrica, el músico habló así de su despedida durante una sesión de preguntas y respuestas que hizo en The Times en 2011: "Sinceramente, no me importa lo que pongan en mi funeral; pueden poner un popurrí de Justin Bieber, Susan Boyle y We Are the Diddymen si eso les hace felices, pero quiero asegurarme de que sea una celebración, no un festival de lamento". Tiempo después dijo en NME que no le importaría que en su despedida pusieran música de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band o Revolver y pidió que no sonaran sus grandes éxitos porque nunca se escuchaba a sí mismo.
© Getty ImagesNo sería extraño que sus restos reposaran para siempre en Birmingham, ya que nació en la localidad inglesa y regresó a este rincón tras una larga etapa viviendo en Estados Unidos para facilitar la logística de sus compromisos profesionales. Además, queda para siempre en la memoria de la ciudad el concierto que dio a principios de mes en el estadio Villa Park sin imaginar que sería el último show de Ozzy Osbourne. Con 14 años decidió dedicarse a la música tras escuchar She loves you, de Los Beatles, y se convirtió en un auténtico icono admirado por artistas que hoy lamentan su ausencia.
© Getty ImagesSu numerosa familia y una gran fortuna a repartir
La vida personal de Ozzy Osbourne también fue intensa y formó una gran familia que heredará su gran fortuna, estimada en 190 millones de euros que provienen de la música, del festival Ozzfest que fundó y del reality que protagonizó con su mujer y sus hijos. The Osbournes se emitió entre 2002 y 2005 en MTV. . En 1971 se casó con Thelma Riley, con la que tuvo a Jessica y Louis, además de adoptar al hijo que ella aportaba de una relación anterior. A finales de la década se separaron y el cantante admitió que había sido una etapa difícil por sus problemas de adicción. El amor volvió a llamar a su puerta gracias a Sharon Osbourne, con la que ha estado hasta la actualidad y quien ha sido una figura clave también en su carrera profesional. De esta historia de amor, llena de luces, sombras y escándalos, nacieron Aimee, Kelly y Jack. Estas dos últimas son las más conocidas de la saga al dedicarse también al mundo del espectáculo.
© kellyosbourne
