Con el desparpajo que lo caracteriza y siempre con un punto de humor a flor de piel, Mario Vaquerizo ha compartido algunos de los momentos más entrañables y divertidos durante sus vacaciones familiares en Cádiz. El líder de Nancys Rubias ha hecho un alto en su ajetreado verano profesional para escaparse al sur junto a sus padres, Ángel y Mari Ángeles, y su inseparable hermana Marta, con quienes ha compartido instantes de complicidad y muchas risas, como él mismo ha mostrado en sus redes sociales. "Cuando Mötley Crüe y servidora visitan las mejores playas de Cádiz y se vuelven locas de alegría. ¡Esto es un paraíso chicas!", ha escrito con su habitual tono entre irónico y festivo. Y es que el cantante, como siempre, ha hecho gala de su desparpajo y esta vez su look —tan personal como llamativo— esconde un secreto que Mario lleva a rajatabla.
Está claro que su estilismo no pasó desapercibido: una chaqueta vaquera repleta de parches y con la espalda dedicada a la mítica banda de glam metal estadounidense, acompañada por una bandana en la cabeza y, cómo no, unas botas cowboy que esconden un pequeño secreto. Mario confesaba hace unos meses en Late Xou de Marc Giró que siente un gran complejo con sus pies: “Yo voy a la playa con botas camperas”, explicaba, añadiendo entre risas: “Incluso cuando estoy con mi mujer, estoy con calcetines, porque el pie solo sirve para andar”. Aunque lo cierto es que esta parte del cuerpo que Mario prefiere mantener en secreto no supone ningún inconveniente para su mujer. De hecho, tal y como él mismo confirmó, a Alaska le gustan y trata de que él se sienta más cómodo mostrándolos.
A su lado, Marta Vaquerizo no se quedaba atrás en estilo y personalidad. La hermana pequeña del clan lucía un vestido de encaje negro transparente sobre el bañador y un turbante a juego, un look muy acorde a su personalidad bohemia y sofisticada. Juntos, los hermanos han vuelto a demostrar que son, además de familia, grandes compañeros de aventuras. Y es que, estas vacaciones llegan en un momento muy especial para el artista, que se recupera aún de la aparatosa caída que sufrió el pasado octubre durante su concierto en el Festival Horteralia, en Cáceres.
Fue mientras bajaba de una plataforma giratoria con sus característicos tacones cuando perdió el equilibrio y cayó desde una altura de tres metros. El accidente fue grave —se rompió varias vértebras y sufrió problemas en la visión— y obligó a Mario a un largo proceso de recuperación que incluyó collarín durante cuatro meses y una exigente rehabilitación. “¡Menos mal que ya no llevo collarín! Lo he llevado cuatro meses. No podía más”, confesaba en El Hormiguero, donde reapareció con su grupo para presentar su nuevo tema, Reset. Con su estilo inconfundible, Mario se atrevió incluso a volver a subirse a una plataforma durante el programa. “Para mejorar una cosa, se estropea otra. Estoy en rehabilitación porque tengo todo el cuello atrofiado de no haberlo movido. ¡Con lo que me muevo yo!”, contaba entre carcajadas.
“A mí me salvó la vida el cardado y la laca”, decía con su característico humor. Más allá de las bromas, no dudó en hablar con honestidad sobre lo que vivió: “Podría haber sido mortal, pero hay que reírse”. Una experiencia que también afectó profundamente a su familia. Su hermana Marta, visiblemente emocionada, recordaba cómo bajó corriendo al escenario tras el accidente. “Me daba igual todo. Era mi hermano. Al principio no le di importancia, pero eran tres metros de altura”, confesó. Mario no quería ir al hospital, pero acabó ingresado. “Yo nunca me había puesto en shock y esa fue la única vez”, añadía su compañero de grupo Miguel, recordando lo mucho que temieron por su vida.
Por eso, estos días de tranquilidad junto a los suyos tienen aún más valor. Mario es un gran defensor de la familia y nunca ha ocultado la estrecha relación que le une a sus padres, Ángel y Mari Ángeles. Ambos, de 80 y 74 años respectivamente, han estado siempre al lado de su hijo, incluso cuando decidió dedicarse al espectáculo. El patriarca del clan, electricista de profesión, llegó a ser directivo de Unión Fenosa gracias a su esfuerzo y dedicación. Discreto pero cariñoso, ha sido siempre un gran apoyo para Mario, incluso ejerciendo como chófer cuando era necesario. Mari Ángeles, sevillana de origen, es el corazón cálido de la familia, y mantiene muy vivo el lazo andaluz que tan presente está en la vida del artista.
También en estos días de playa y sol hay espacio para el recuerdo. En 2004, la familia sufrió una dura pérdida: el fallecimiento de Ángel, el hermano mayor de Mario, tras un trágico accidente de tráfico. Aquel episodio cambió profundamente al artista, que no deja de recordarlo con cariño. “Perder a un ser querido es muy mala suerte y estamos destinados a ello porque todos nos vamos a morir. Mi hermano era esencial en mi vida. Salíamos juntos, viajábamos juntos... y aunque me gustaría seguir haciéndolo, me quedo con eso”, ha dicho en más de una ocasión, visiblemente emocionado. La unión familiar ha sido, desde entonces, más fuerte que nunca. Mario incluso se reinstaló en casa de sus padres durante un tiempo para estar cerca de ellos. “Las cosas hay que hacerlas en vida siempre. Por eso siempre digo que hay que juntarse”, reflexiona.
A quien no se ha visto durante esta escapada ha sido a Alaska, su mujer desde hace más de dos décadas, con quien compartió, no obstante, otro de los momentos destacados de este inicio de verano: la boda de Jaime Cantizano y Miguel Ángel Fernández. “El sábado lo pasé bomba en la boda de Jaime y Miguel. Acompañado de mi señora esposa Alaska, mi debilidad Bibiana y mi amigo Boris, entre otros muchos más, celebramos el amor de dos chicos perfectos. ¡Viva los novios!”, compartía en redes con varias imágenes inéditas de la noche. Para la ocasión, Mario eligió un esmoquin gris con pajarita de terciopelo, pero le dio su particular toque informal con la chaqueta abierta y joyería en dorado. Su melena, recogida hacia atrás, completaba un look que casaba a la perfección con su estilo rock glam. A su lado, Alaska brilló con un vestido negro con detalles de brillo y unos stilettos plateados a juego. Aunque evitaron posar ante las cámaras, fueron sin duda dos de los rostros más celebrados de la noche.ç