La familia Obama siempre se ha caracterizado por su discreción respecto a su vida privada. Durante el mandato de Barack como presidente de Estados Unidos, y tras su salida de la Casa Blanca, aprendieron a mantener su intimidad alejada del escrutinio público. Sin embargo, en los últimos meses ha circulado con fuerza un rumor sobre una posible crisis en su matrimonio con Michelle. Fue el propio exmandatario quien, el pasado mes de abril, admitió que su relación había atravesado altibajos, recordando en particular cómo, en 2017, su vida personal se volvió confusa al concluir su segundo mandato. Ahora, la pareja ha abordado este tema abiertamente como nunca antes.
El expresidente de los Estados Unidos, de 63 años, fue el invitado más reciente de IMO (In My Opinion), el pódcast de Michelle Obama que conduce junto a su hermano, Craig Robinson. El programa, estrenado el pasado 12 de marzo, aborda "cuestiones cotidianas que moldean nuestras vidas, nuestras relaciones y el mundo que nos rodea". Al comenzar la grabación, Barack Obama tomó asiento en el set, vestido de manera informal con pantalón beige, camisa blanca y zapatillas. Entre risas, su cuñado rompió el hielo con una pregunta cargada de humor: “¿Qué? ¿Se gustan?”
Más adelante, la pareja decidió abordar directamente los persistentes rumores sobre una supuesta crisis en su relación, los cuales han cobrado fuerza en los últimos meses. Estas especulaciones se intensificaron especialmente después de que Barack Obama asistiera solo a la investidura de Donald Trump. Aunque ambos han compartido en redes sociales mensajes afectuosos —como el emotivo homenaje que el expresidente dedicó a Michelle en su cumpleaños número 61, en el que escribió: “Feliz cumpleaños al amor de mi vida […] Llenas cada habitación con gracia, humor, calidez y sabiduría […] Soy muy afortunado de poder afrontar las aventuras de la vida contigo. ¡Te quiero!”—, e incluso ella respondió con un cariñoso “¡Te amo, cariño!”, estas muestras públicas de afecto no fueron suficientes para acallar los rumores.
Frente a la posibilidad de que se tambaleara un amor que ha perdurado por más de tres décadas, Barack Obama admitió con honestidad: "Michelle me trajo de vuelta, estuve un tiempo en la cuerda floja". A pesar de ello, la exprimera dama aseguró que nunca dudó de su vínculo: "No ha habido un solo momento en nuestro matrimonio en el que haya pensado en dejar a mi hombre”. Además, reconoció que, como en cualquier relación, han atravesado altibajos: “Hemos pasado por momentos muy difíciles. Pero también nos hemos divertido mucho, hemos vivido grandes aventuras, y me he convertido en una mejor persona gracias al hombre con el que estoy casada".
Durante la charla en el podcast, el matrimonio ha explicado que muchas veces no están al tanto de las especulaciones que le pillan de sorpresa y que creen, que a veces las personas hablan demás: "A veces ni si quiera sé lo que estña pasando. Y de repente alguien me lo comenta y me pregunto: "¿De qué estás hablando?" Cuando no estamos juntos físicamente, la gente piensa que estamos divorciados".
Los rumores comenzaron a circular después de su decisión de no asistir al funeral de Jimmy Carter ni a la toma de posesión del presidente Donald Trump. Estas ausencias aumentaron las especulaciones sobre un posible divorcio, a lo que el pasado mes de mayo, Michelle durante un podcast con el empresario e inversor Steven Bartlett, delaró: "Si tuviera problemas con mi marido, todo el mundo lo sabría", le dijo al presentador, riendo. También habló sobre cómo ha podido vivir su libertad después de años de priorizar a su esposo y a sus hijas Malia y Sasha: "Quiero decir que en esta etapa de la vida para mí, personalmente, es la primera vez que he sido completamente libre. He experimentado una liberación donde cada decisión que tomo no tiene que ver con mi esposo, ni con su carrera, ni con mi familia, ni con las necesidades de mis hijas ni con su futuro; se trata totalmente de mí".