"El primer día, al llegar al templo de Karnak, lo más impactante fue la luz", ha confesado Lourdes Montes a través de sus redes sociales, al anunciar que tanto ella como Francisco Rivera se encuentran en uno de los destinos más especiales del mundo: Egipto, un lugar donde se respira historia, cultura y siglos de civilización. La diseñadora y el torero no están solos en esta aventura. Junto a ellos viajan dos de sus hijos, Carmen y Curro, de 9 y 6 años respectivamente, quienes también están descubriendo los misterios del país de los faraones. Quien no parece haberlos acompañado en esta ocasión —probablemente por su corta edad, ya que apenas tiene tres meses— es el pequeño Nicolás.
"La luz es distinta a cualquier otra que hubiéramos visto", ha continuado escribiendo Lourdes Montes en su perfil público, acompañando sus palabras con un carrusel de instantáneas que capturan la magia de su viaje por Egipto. En la misma publicación, la diseñadora ha querido expresar su agradecimiento a su guía turístico, quien está mostrándoles los rincones más fascinantes del país de los faraones: "Hagmed, los niños no perdieron la atención ni un segundo. Era como si nos contara un cuento. No hay mejor forma de aprender", ha confesado, emocionada por la experiencia que están viviendo.
Además, Lourdes ha compartido cuál ha sido su plan turístico durante el primer día. La diseñadora, junto a Francisco Rivera y sus hijos, ha comenzado su recorrido visitando el imponente templo de Karnak, en la antigua Tebas. Este santuario, dedicado al dios Amón, fue el principal centro de culto religioso de Egipto durante el Imperio Nuevo. Más tarde, la familia se ha desplazado al cercano templo de Luxor, concebido como complemento del de Karnak. Su construcción fue impulsada principalmente por los faraones Amenhotep III y Ramsés II, y está considerado una de las joyas arquitectónicas del país. Por último, han culminado la jornada explorando el enigmático Valle de los Reyes, el célebre complejo funerario situado a orillas del Nilo, donde descansan muchos de los faraones del antiguo Egipto.
Para este primer día como turista en Egipto, Lourdes Montes ha elegido un look cómodo, pero sin renunciar a la elegancia que la caracteriza. Ha optado por unas bermudas en tono camel combinadas con una camisa blanca de manga larga, con delicados detalles de encaje y un favorecedor cuello en pico. A pesar de estar de viaje, la diseñadora no ha querido prescindir de los complementos. Ha apostado por un bolso en color teja, un collar de piedras rojas, un sombrero que aporta un toque chic y, como detalle final, un lazo para recogerse el cabello con estilo. Por su parte, Francisco Rivera también ha apostado por la comodidad sin perder sofisticación, luciendo una clásica pero siempre acertada camisa blanca de lino, perfecta para las temperaturas del país.
La familia Rivera-Montes se lo está pasando en grande durante su viaje. Basta con echar un vistazo a las fotografías que acompañan estas líneas para comprobar que ninguno de ellos olvidará jamás esta aventura. Y no es para menos: Egipto es uno de esos destinos que dejan una huella imborrable en la memoria. En las instantáneas, se puede ver a los pequeños Carmen y Curro disfrutando al máximo de la experiencia, compartiendo juegos y risas con otros niños de edades similares. Por su parte, el matrimonio no ha dudado en retratarse en cada rincón especial, e incluso han posado con algunas de las personas locales que han conocido durante el viaje, reflejando la cercanía y el cariño con el que están viviendo cada momento.
Familia numerosa
Lourdes Montes y Francisco Rivera Ordóñez, que se casaron en 2013, tienen ya tres hijos en común: Carmen, de 9 años; Curro, de 6; y Nicolás, que aún no tiene los dos meses de vida. Han pasado tres meses desde que el benjamín de la familia llegó a este mundo y su mamá está completamente recuperada. "Fue un parto precioso, el mejor de los tres. Todos han sido buenos, pero este fue especialmente bonito y calmado", contó Lourdes en exclusiva a ¡HOLA! tras la llegada del pequeño. Aunque ya tenía experiencia, esta vez, cuando iba camino del hospital, estuvo muy nerviosa. "No sé si por conocimiento de lo que venía, por responsabilidad, por edad… No sé por qué. Y, además, me daba mucha pena pensar que era el último. Me invadía la pena de pensar que no iba a vivirlo más, porque tengo claro que es el tercero y el último. Esas dos sensaciones no las tuve en los otros dos", relató.