Está siendo una etapa de contrastes para Gisela Lladó. La cantante ha sido una de las grandes protagonistas de la última edición de Tu cara me suena, concurso en el que ha impactado con todas sus actuaciones, a cada cual más brillante. No logró alzarse con la victoria metiéndose en la piel de Pink, pero se ha llevado la admiración eterna del público y de todos sus compañeros, con los que ha formado una piña en esta experiencia con la que se siente "afortunada y agradecida". Justo en el otro extremo de este buen momento profesional, encontramos la difícil situación personal que atraviesa. Y es que la propia artista ha confirmado a ¡HOLA! que ha roto con su pareja, José Ángel Ortega, un año después de hacer realidad su sueño de convertirse en padres.
Con la tristeza lógica que produce una situación de este tipo, Gisela asegura que "es cosa de dos". Fiel a su discreción y con el deseo de vivir este doloroso proceso en completa intimidad, no tiene intención de dar más explicaciones. En estos momentos, se centra en su trabajo, en su familia y, por supuesto, en el pequeño Indiana, la gran alegría de su vida desde que el 30 de marzo de 2024 lo tuvo en brazos por primera vez, convirtiéndose en la mayor revolución.
Las alarmas saltaban con una reflexión en la final de Tu cara me suena 12, frase que ahora cobra otro significado. "Para mí este programa ha sido un salvavidas en este momento de mi vida porque me ha ayudado a superar cosas personales. Me ha ayudado a pasar una etapa personal intensa", dijo al jurado en el último programa, al que llegó con Melani García, Mikel Herzog Jr., Ana Guerra y Esperansa Grasia. También contó en ese momento que había elegido interpretar el tema Nothing compares to you, de Pink, porque "tiene una conexión en este momento de mi vida".
La absoluta prioridad de Gisela es su hijo Indiana, cuya llegada al mundo se produjo tras "una carrera de fondo". Estuvo cinco años intentando quedarse embarazada y tuvo dos abortos. Durante los nueve meses de espera tuvo un desprendimiento del saco gestacional que le obligó a estar dos meses en reposo y también estuvo ingresada por un cólico nefrítico, pero todos esos obstáculos se le olvidaron para siempre cuando dio a luz mediante una cesárea programada. "Casi no me lo creo. Ha sido algo tan esperado, tan deseado y tan luchado que parece mentira que ya haya llegado. Pero así es y no puedo ser más feliz", contó en un excepcional reportaje de ¡HOLA! en el que presentó a su niño.
La maternidad es para ella "desafiante, emocionante y mágica" y conciliar es un auténtico desafío, pero lo que no puede describir con palabras es el amor que siente por su hijo. Porque Indiana, que nació tras una divertida baby shower en la que reunió a sus amigos de Operación Triunfo, se convirtió inmediatamente en su persona "favorita del planeta" y la risa del niño es para ella "el sonido más maravilloso que existe".