Melania Trump ha sido una de las grandes protagonistas de la noche del domingo al dejarse ver por el palco presidencial del estadio MetLife, ubicado en East Rutherford, Nueva Jersey, con motivo de la final del Mundial de Clubes entre el Chelsea y el Paris Saint-Germain. Se trata de un nuevo formato de competición que se ha celebrado íntegramente en Estados Unidos en las últimas cuatro semanas, y que culmina este 13 julio con un más que esperado duelo entre dos de los clubes europeos con mejor palmarés.
La primera dama de Estados Unidos se ha forjado una fama más que sustancial por sus elegantes looks, una herencia que también ha traspasado a su hija Ivanka, otro de los principales iconos en lo que a moda se refiere. En esta ocasión, Melania ha optado por un vestido blanco ceñido que ha acompañado con unas gafas de sol grandes de Christian Dior y una americana en color azul marino. Su conjunto lo completaban unos tacones blancos que acompasaban su estilismo.
En las imágenes captadas por los flashes podemos ver a la mujer del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, junto a su marido y el presidente de la FIFA, el italiano Gianni Infantino. Cándida, cómoda y sonriendo: la primera dama no ha dudado en mostrarse un tanto más cercana de lo que acostumbra, saludando a las personas que se encontraban cerca del palco presidencial del MetLife Stadium, y convirtiéndose así en la mejor embajadora de esta final.
El momento más emotivo ha llegado con el himno de Estados Unidos, The Star-Spangled Banner. Melania se ha alzado junto a ambos presidentes -cada uno de su propio legado- y ha posado su mano sobre su corazón. Ha sido en ese momento cuando la retransmisión televisiva ha posado su lente sobre la mujer de Donald Trump, espectacular y muy presente durante la representación.
Visitó la 'zona cero' de las inundaciones en Texas
La presencia de Melania Trump en el palco del MetLife Stadium para asistir a la final del Mundial de Clubes no ha sido el único enclave en el que hemos podido ver a la primera dama de Estados Unidos. El pasado viernes, la mujer de Donald Trump acompañó al presidente a Texas después de las trágicas inundaciones que han dejado al menos 129 muertos e infinidad de desaparecidos en la zona del condado de Kerr, cerca de San Antonio. El desbordamiento del río Guadalupe en la mañana del 4 de julio fue el causante de la tragedia.
Melania visitó la zona de la tragedia con un look militar y, como informan medios estadounidenses como USA Today, se mostró visiblemente emocionada al enseñar una pulsera que le regaló una de las familias afectadas por las inundaciones en Camp Mystic, un campamento de verano no confesional para niñas de casi 100 años de antigüedad.
"Nos reunimos con las maravillosas familias. Rezamos con ellos. Nos abrazamos. Nos dimos la mano", dijo la primera dama. "Compartieron sus historias, y conocí a unas jóvenes preciosas que me dieron esta pulsera especial del campamento en honor a todas las niñas que perdieron la vida. Estamos aquí para honrarlas y también para darles apoyo y ayuda", comentó Melania. "Les prometí que volvería. Rezo por ellos y les doy mi fuerza y mi amor", añadió.