Isabel Jiménez está viviendo un verano entre luces y sombras. Mientras sigue compartiendo con sus seguidores pequeños destellos de sol, mar y buenos momentos, las preguntas sobre su vida sentimental no dejan de cobrar fuerza. En medio de todo ello, la periodista de Informativos Telecinco ha puesto rumbo a un lugar que siempre ha sido su refugio emocional: Almería. Allí, arropada por sus amigas de toda la vida, Isabel ha encontrado la mejor compañía para desconectar y disfrutar de unos días en los que, más allá del postureo, lo que importa son las conversaciones sinceras, las risas compartidas y los recuerdos que se van sumando a su álbum personal.
En esta escapada al sur, Isabel ha querido rodearse de sus “imprescindibles”, esas amigas con las que ha crecido y que forman parte de su círculo más íntimo. Juntas han disfrutado de jornadas relajadas en la playa, baños en el Mediterráneo y veladas donde la buena comida y el cariño han sido los grandes protagonistas.
En un chiringuito a pie de playa, entre copas de vino y cervezas bien frías, compartieron un almuerzo sencillo pero sabroso: salmorejo con jamón ibérico y una ensalada de tomate aliñada con un delicado toque de sal negra. Momentos de desconexión donde no han faltado las confidencias y las carcajadas, tan necesarias en un verano que llega con muchas preguntas aún abiertas.
Y es que, aunque Isabel ha optado por la discreción, los rumores sobre una posible separación de su marido, el ingeniero Álex Cruz, siguen presentes. Desde que la revista Semana publicara la noticia en abril, la periodista no ha querido confirmar ni desmentir nada. “No he hablado de separación ni de reconciliación”, expresó con claridad en declaraciones a ¡HOLA! durante la fiesta con la que celebró junto a Sara Carbonero el décimo aniversario de Slowlove, la firma de moda que ambas fundaron. Lo cierto es que, aunque no viven bajo el mismo techo, Isabel y Álex continúan actuando como un equipo cuando se trata de lo más importante: sus hijos, Hugo y Dani, de seis y cuatro años.
"Pase lo que pase, siempre vamos a ser una familia y vamos a actuar como tal. Hemos sido un equipo en los últimos 20 años y lo seguiremos siendo", decía Isabel recientemente con esa serenidad que la caracteriza. Esa misma actitud se reflejaba también cuando compartía, a través de sus redes sociales, mensajes cargados de significado como “Contar historias y no tiempo perdido”, una cita extraída de la canción Viajando por el mundo, de Karol G y Manu Chao.
Palabras que resonaban especialmente en un momento personal tan delicado, y que algunos interpretaron como un guiño emocional. En otro de sus stories, escribía: “Siempre cerca del mar”, mientras sonaba de fondo Me lo merezco, de Elena Rose, otro tema con letras que invitan a la reflexión y al amor propio.
Un distanciamiento que podría cambiarlo todo
Casados desde 2009, Isabel y Álex comenzaron su historia de amor tres años antes de dar el paso al altar. Desde entonces han formado una familia con dos hijos, Hugo y Dani, de seis y cuatro años respectivamente, a quienes ambos consideran su prioridad absoluta. “Sabía que Álex iba a ser muy buen padre, porque es muy niñero, pero ha ido más allá de lo que me pude imaginar. Se levanta a las cuatro de la mañana, cambia pañales… hace lo que haga falta y estamos al mismo nivel”, confesaba Isabel hace un tiempo, orgullosa de la implicación de su pareja en la crianza.
La periodista, que vive uno de los momentos más consolidados de su carrera y es también cofundadora de la marca Slowlove, está centrada en sus hijos y en su entorno más íntimo, del que forman parte sus amigas de la infancia, su familia y, por supuesto, Sara Carbonero, con quien mantiene una relación fraternal. “Comadres”, como se llaman entre ellas, han sido apoyo mutuo en todas las etapas vitales.