El divorcio de Angelina Jolie y Brad Pitt finalizó en diciembre de 2024, pero aún quedan asuntos sin resolver, como la disputa legal por la emblemática bodega francesa Château Miraval, que ha captado la atención de sus seguidores. Antes de que se separaran, no podemos obviar que Brad y Angelina fueron la pareja más poderosa y admirada de Hollywood. En 2012, cuando el actor de Wolfs le propuso matrimonio a la estrella de Maléfica lo hizo con un impresionante anillo de compromiso que reflejaba su estatus y la fuerza de su unión.
La diseñadora de joyas Sophia Pérez, en declaraciones para HELLO!, ha desvelado el significado de esta pieza única. Según la maestra orfebre, el anillo de compromiso de Angelina es "una clase magistral de diseño por su diseño minimalista, pero claramente intencional". "Está elaborado en platino y presenta un llamativo diamante alargado de talla esmeralda en el centro, flanqueado por diamantes baguette cortados a medida que se estrechan suavemente a lo largo de la banda", detalla la experta. "La geometría es refinada, casi arquitectónica, lo que le otorga al anillo una fuerza silenciosa que complementaba perfectamente el estilo de Angelina en ese momento".
Considerando la originalidad y calidad de los diamantes, así como su artesanía, Sophia estima que su valor actual oscilaría entre los 500.000 y 700.000 dólares, dependiendo de las especificaciones de la clasificación. Pero más allá de su valor material y su belleza visual, el anillo está cargado de simbolismo. El corte esmeralda, "limpio, claro e implacable, representa la honestidad y la transparencia", mientras que el engaste baguette escalonado "sugiere progresión y unidad". "Este no fue un anillo diseñado para seguir tendencias; fue diseñado para contar una historia", concluye.
Sophia también reflexiona sobre el poder simbólico de las joyas en las relaciones: "Mucha gente todavía cree que los anillos pueden transmitir cierta energía". Elegir un diseño que no se alinee con quien lo lleva puede generar "una sutil fricción emocional". Persisten supersticiones, como evitar las perlas —que se asocian a las lágrimas— o los anillos con piedras sueltas o mal engastadas pueden ser interpretados como símbolos de inestabilidad. Sin embargo, más allá de creencias, la intención es lo que verdaderamente importa. Un anillo, especialmente que uno regala con amor, "debe sentirse como una extensión de esa conexión:profundamente personal, considerada y duradera".