Al atardecer y con el mar Mediterráneo como telón de fondo, Luis Astolfi Jr. y Cristina Serrano contrajeron matrimonio el pasado viernes 4 de julio en Marbella, en una emotiva ceremonia civil en la que estuvieron acompañados por sus familiares y amigos. Sus caminos se cruzaron por primera vez hace dos años y, como ellos mismos confiesan, "fue un auténtico flechazo". Ahí comenzaron una bonita historia de amor, de la que ahora escriben uno de los capítulos más importantes.
Luis es uno de los dos hijos que el reconocido jinete Luis Astolfi Pérez de Guzmán tuvo durante su matrimonio con Isabel Flórez Saborido —se separaron en 2012— y de él ha heredado su gran pasión por los caballos. Desde niño, ha seguido los pasos de su padre en el mundo ecuestre —también como jinete— y, además, trabaja en el sector inmobiliario en la Costa del Sol. Mientras que Cristina, natural de Sevilla, es farmacéutica y directora global de marketing y comunicación en la empresa de biotecnología Hifas da Terra.
El enlace se celebró en un cortijo con vistas al Mediterráneo, donde hubo muchos guiños al mundo ecuestre, la gran pasión que Luis Astolfi Jr. ha heredado de su padre
La pareja ha dado este significativo paso en un lugar muy especial, el Cortijo Pedro Jiménez, situado en la cima de una colina y con vistas al mar, que fue construido en 1987 por Andrés Parladé —hermano del decorador Jaime Parladé.
La infanta Elena, gran amiga de la familia
Pasadas las 7 de la tarde, comenzaron a llegar los primeros invitados. Un total de 250, llegados de diferentes partes de España y de otros países como Polonia, Francia, USA, Portugal, México, Londres, Irlanda, Rusia y Bélgica.
"Doña Elena es amiga de la familia y le tengo mucho cariño. Estoy muy contento de que haya podido asistir a nuestra boda", cuenta Luis
Entre ellos estuvo la infanta Elena, quien es amiga, desde hace muchos años, del padre del novio. Luis Astolfi, que ha representado a España cuatro veces en los Juegos Olímpicos, pertenece al círculo de amigos de la hija del Rey Juan Carlos y, además, es su mejor consejero en cuestiones hípicas. Ella conoce a Luis desde que era un niño
El novio, junto a sus padres y su hermana, Marina, fue recibiendo a los invitados dejando entrever sus nervios, a medida que se acercaba la hora.
Una novia estilo boho
A las ocho, Cristina llegó del brazo de su padre, Francisco Serrano Moreno, desvelando el secreto de su vestido. Para su gran día, confió en la diseñadora Helena Mareque, que creó para ella un diseño exclusivo inspirado en la elegancia atemporal. Confeccionado en satén de seda natural, combina una delicada capa de tul de algodón bordado en relieve. Completó su look con un tocado asimétrico de aire boho, de Isabel Terroso para la firma Balel, sandalias de Jimmy Choo y, como joyas, pendientes vintage de alta joyería con diamantes en baguettes y brillantes y esmeraldas colombianas Del Páramo.
Para su peinado y maquillaje, se puso en manos de Tacha Beauty Marbella, apostando por su melena suelta con ondas y maquillaje natural de Dior Beauty. Además, llevó un ramo muy especial, creado por Las Flores de Reding a base de olivo, en homenaje a sus abuelos —que no pudieron ir por su avanzada edad— y al negocio familiar de la aceituna.
Lágrimas y canciones muy especiales
Nada más verse, las caras de los novios lo decían todo y no pudieron evitar emocionarse hasta las lágrimas, con las palabras que tenían preparadas para ellos la hermana de Luis, Marina Astolfi, la madre de Cristina, María Isabel Luque Gómez, y dos amigos de los novios, Patricio Valdenebro y Mayte Monreal.
La ceremonia estuvo oficiada por el segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Marbella, Javier García, y la música jugó un papel muy importante, ya que, a través de ella, Luis y Cristina quisieron contar su historia. Comenzó con una pieza de Bach y, después, la novia hizo su entrada con A Thousand Years, de Christina Perri. Durante las arras, sonó Perfect, de Ed Sheeran, y para el intercambio de anillos —alianzas diseñadas por el joyero Agustín Serrano—, una fusión de Interestellar y Amélie, una de las canciones favoritas de los novios. La salida fue con All of Me, de John Legend. Los temas fueron interpretados por el violinista sevillano Alejandro Ortega.
Guiños al mundo ecuestre
La decoración, diseñada para reflejar el alma de esta tierra y la personalidad de los novios, fusionó el encanto del sur de España con la sofisticación de la costa Amalfitana. Entre los muchos detalles con sello propio, los meseros y seating estaban inspirados en el universo ecuestre, rindiendo homenaje a la pasión del novio por la hípica, y fueron diseñados por Teresa Gutiérrez, de Wonton Design, muy amiga de la novia. La decoración floral corrió a cargo de Las Flores de Redin, con colores poco convencionales como el azul, coral y salmón.
Ya convertidos en marido y mujer, celebraron su amor con su familia y amigos. Comenzaron con un cóctel acompañado por cortadores de jamón, puestos de mojitos y champán Moët & Chandon y amenizado por el grupo del cubano Pablo Cubher.
Los novios sorprendieron a sus madres con flores y entregaron ramos a la hermana de Luis y a una amiga de Cristina
Después, disfrutaron a la luz de las velas de una cena a cargo de Terralba Catering, que idearon para ellos un menú a base de gazpacho de guinda con fondo de mozzarella, piñones y aceite de albahaca, roast beef con parmentier de patata y cebollitas confitadas y, de postre, tarta de limón con merengue.
El segundo vestido de la novia
Durante la cena, los recién casados sorprendieron a sus respectivas madres con un ramo de flores y, además, Cristina entregó otros dos: uno a la hermana de Luis y otro a su mejor amiga.
"Queríamos una boda divertida y creo que lo conseguimos", nos contaban Cristina y Luis, quien, durante la celebración, sacó a bailar a la infanta Elena
Más tarde, abrieron el baile con una fusión de May I have this dance, de Francis and the Lights, y Bailando bachata, de Chayanne. Después, los invitados se unieron a ellos en la pista al ritmo del DJ Andrés Osorno, entre ellos la infanta Elena, a quien Luis sacó a bailar.
Durante la fiesta, Cristina volvió a acaparar todas las miradas con su segundo look nupcial, también firmado por Helena Mareque. Un vestido evasé de largo midi, en satén de seda, con un toque de lentejuelas en los tirantes. Un diseño para celebrar, brindar y bailar junto al mar, en una noche de verano que nunca olvidarán.
Las palabras de los novios
—¿Cuál ha sido el momento más emotivo?
CRISTINA.—Cuando nos vimos en la ceremonia. Recorrer ese camino, viendo a toda la gente que quieres mirándote emocionados y vernos allí juntos… Lo que nos transmitimos con la mirada lo dice todo. El corazón encogido y haciendo un esfuerzo para no llorar. Otro de los momentos fueron las palabras de nuestros seres queridos, sin olvidarnos de las palabras que nos dedicamos nosotros.
LUIS.—A mí me temblaban las piernas y me costó mucho hablar. Creo que en mi vida he estado tan nervioso.
CRISTINA.—No pude evitar llorar con las palabras de mi madre y de mi mejor amiga, Mayte. Unas de las personas más importantes de mi vida.
"El momento más emotivo fue cuando nos vimos en la ceremonia. Lo que nos transmitimos con la mirada lo dice todo... Hicimos un esfuerzo para no llorar"
—¿Un recuerdo imborrable?
—El de las alianzas y nuestro primer baile juntos. Ha sido muy divertida toda la preparación y nos ha dado la oportunidad de conocer a las personas maravillosas que nos ayudaron. Era impensable que yo bailara bachata —dice Luis.
—¿Ha sido vuestra boda soñada?
—Para nosotros ha sido perfecta. Ha superado nuestras expectativas en muchos sentidos, pero lo más importante fue ver lo feliz y contentos que estaban nuestros amigos y familiares. Queríamos una boda divertida y creemos que lo conseguimos.
—Os acompañó en vuestro día la infanta Elena. ¿Cómo es vuestra relación con ella?
LUIS.—Es amiga de la familia y le tengo mucho cariño a ella y a su amiga Rita Allendesalazar. Estoy muy contento de que haya podido asistir a mi boda.
—¿Dónde os vais de luna de miel?
—Nos vamos a Indonesia. Singapur, Bali y la isla de Sumba.