Cayetano Rivera continúa en el centro de la polémica tras su detención en la madrugada del 30 de junio en una hamburguesería del centro de Madrid. Acusado de resistencia y desobediencia a la autoridad, el torero pasó varias horas en comisaría antes de ser puesto en libertad con cargos. Desde entonces, ha optado por el silencio público, pero su abogado, Joaquín Moeckel, ha hablado con ¡HOLA! para explicar cómo se encuentra su cliente, quien ha optado por mantener silencio.
“Él está un poco desanimado y, si me permites la expresión, desconcertado”, asegura Moeckel. “Está triste, porque es una persona que nunca ha tenido problemas ni con la policía, ni con la justicia, ni con nadie. Es una persona muy tranquila, muy educada, y cualquiera que lo conozca sabe que es muy pausado, comedido. Todos estos acontecimientos le han sacado de contexto. Se ha visto mal y triste”.
Actualmente, Cayetano se encuentra en Mallorca, disfrutando de unos días de descanso junto a su hijo Cayetano, fruto de su matrimonio con Eva González. “Está veraneando con su hijo, se ha quitado un poco de en medio para descansar”, explica el abogado. “Ahora está centrado en su hijo y en sus vacaciones. Estará con él hasta que decida reincorporarse a sus compromisos profesionales”.
Uno de esos compromisos será el próximo 26 de julio, cuando está previsto que participe en la Feria de Santiago en Santander y, de paso, le servirá para despedirse de la afición cántabra. Pero antes de volver al ruedo, Cayetano y su equipo legal están centrados en esclarecer lo ocurrido la noche de su detención.
Moeckel ha sido claro: “Estamos recopilando lo acontecido y se está estudiando la posibilidad de que hubiera podido producido una anomalía en su detención. Este tipo de cosas, con la ley en la mano, suelen ser sanciones administrativas, no penales. La detención de una persona es una cosa última y tiene que ser una cuestión muy grave; o sea, una persona tiene que estar cometiendo un delito flagrante o alguna cosa de este tipo”.
Lo más duro para Cayetano Rivera, según su abogado, ha sido el momento de la detención. Para él fue "una humillación”, asegura el letrado. “Yo estoy habituado a ver calabozos, juzgados, policías y jueces, porque es mi profesión. Pero para alguien como Cayetano, que jamás ha vivido algo así, verse esposado, despojado de sus pertenencias, sin cordones, sin cinturón y encerrado en un calabozo... es algo profundamente traumático”.
El torero “está mal”, reconoce Moeckel, quien quiere dejar claro algo: no está en contra de la actuación de la policía, de hecho, se declara defensor de los Cuerpos de seguridad del Estado. Sin embargo, aclara que “la detención de una persona, y te hablo como jurista, debe producirse en términos y en circunstancias muy concretas. Una simple resistencia de hablar o de identificación, a mi juicio, con la Ley de Seguridad Ciudadana en la mano, no es propicia para una detención de estas características, porque esto es muy traumático”. Por todo ello, el abogado asegura que intentarán esclarecer los hechos de la mejor manera posible.