La emoción desbordó el plató de Tu cara me suena en una gala cargada de recuerdos, nostalgia y homenajes. Lo que parecía una noche más del exitoso formato de imitaciones de Antena 3 se convirtió, el pasado viernes, en un momento televisivo inolvidable con la reaparición sorpresa de Nina, la emblemática directora de la primera edición de Operación Triunfo. Su llegada al escenario, de la mano de su ahijado Mikel Herzog Jr., desencadenó una profunda conmoción entre los presentes, especialmente en tres rostros muy ligados a aquella generación que marcó a toda una audiencia: Chenoa, Àngel Llàcer y Gisela.
La interpretación conjunta del tema Nacida para amar, con el que Nina representó a España en Eurovisión en 1989, no solo fue impecable a nivel vocal, sino que tocó fibras muy personales en quienes compartieron con ella los inicios de sus carreras. “He cantado con ella desde pequeño, pero imitarla no”, explicó Mikel Herzog Jr. antes de comenzar su número en la sección de Original y copia. Lo que ocurrió después fue un torrente de sentimientos: Nina aparecía en escena con el mismo vestido que lució hace más de tres décadas en el festival europeo, y la emoción se apoderó de todos los que vivieron de cerca la era dorada de OT.
“Aquí se han juntado muchas cosas, que al final emociona. Nina significa mucho para nosotros”, declaró Àngel Llàcer, visiblemente afectado, tras la actuación. Fue Chenoa quien no pudo contener las lágrimas y ofreció uno de los momentos más emotivos de la noche. “Cuando la he visto entrar, me acordaba de los castings de 2001…”, expresó, completamente quebrada por la emoción. “No sabía si iba a entrar o no, pero era un placer verla”, añadió entre suspiros, mientras Gisela también se secaba discretamente las lágrimas.
Nina, por su parte, también se mostró profundamente conmovida. “Es que lo que vivimos fue tan bestia...”, confesó, en un instante que generó un silencio reverente en todo el plató. Manel Fuentes, conductor del programa, no dejó pasar la ocasión para recordar que Tu cara me suena se graba en el mismo plató que acogió la primera edición de OT. “Hay muchas cosas que son muy iguales, muchos estaban en ese momento tan importante de la historia de la música y de España”, comentó el presentador, subrayando la dimensión emocional del reencuentro.
La ovación fue unánime, tanto entre los asistentes como entre el jurado y los propios concursantes. “Se junta Nina, esta canción, Mikel… pues hay un momento en el que explotamos aquí a todos”, resumió Llàcer. Por su parte, el joven Mikel confesó que “ha sido lo más emocionante que he hecho en este plató y de las cosas más emocionantes que he hecho en mi vida”, tras cantar junto a su madrina una de las piezas más emblemáticas de su trayectoria.
Bertín Osborne renuncia a la final por sorpresa
La gala también dejó otro titular inesperado: Bertín Osborne, uno de los rostros más mediáticos de esta edición, anunció en directo su retirada de la competición. Tras haber obtenido la puntuación necesaria para clasificarse como finalista, el cantante y presentador tomó la palabra en los últimos minutos de la gala para hacer pública su decisión. “Os tengo que decir dos cosas. Lo primero, como finalista, yo elijo a quién imito y quiero hacer a ACDC”, comenzó diciendo. Sin embargo, lo que siguió dejó a todos atónitos: “Yo he venido aquí a divertirme, disfrutarlo. A mí esto del concurso, los números… No”, declaró con honestidad. “Prefiero que en la final entre el siguiente y yo me voy fuera”, añadió, renunciando formalmente a competir por el triunfo.
Gracias a este gesto, fue Esperansa Grasia —única representante del grupo de concursantes no cantantes— quien accedió a la gran final, provocando una ola de entusiasmo y agradecimientos. “Millones de gracias, Bertín, ¿pero no quieres jugar, de verdad?”, le preguntó emocionada la humorista, mientras Osborne confirmaba que su intención era simplemente disfrutar de la actuación final sin formar parte de la votación.
Chenoa responde a las críticas
La gala, además de emotiva, estuvo marcada por la tensión acumulada de las últimas semanas. Las valoraciones del jurado han generado controversia entre los espectadores, que han expresado en redes sociales su malestar por la forma en que se han puntuado algunas imitaciones. En respuesta, Chenoa decidió tomar la palabra durante su última intervención como jurado esta temporada. “Esta edición ha sido durísima para el jurado y para hacer la votación”, comenzó diciendo. “El nivel era muy alto. A veces pasa que se nota más quién pertenece a una sección que otra”, explicó, refiriéndose a la disparidad entre cantantes profesionales y cómicos o actores. “Lo hacemos desde el corazón y siempre con muchísimo respeto y cariño a vuestras profesiones, que a veces no es cantar”, añadió con convicción.
“Si en algún momento no lo hemos conseguido o hemos acertado, pedimos disculpas porque somos personas y podemos fallar, pero siempre lo hacemos con cariño”, concluyó, provocando un largo aplauso del público. Fue en ese momento cuando Gisela intervino para respaldar públicamente a los jueces. “No considero que tengáis que pedir disculpas porque sé que todo está hecho con profesionalidad, con el corazón y con el máximo respeto”, dijo con firmeza, agradeciendo al jurado su compromiso a lo largo del programa.
Rumbo a la gran final
Con Melani, Mikel Herzog Jr., Ana Guerra, Gisela y Esperansa Grasia como finalistas confirmados, la gran final en directo del próximo viernes 11 de julio se perfila como una de las más emocionantes hasta la fecha. Las imitaciones elegidas prometen un espectáculo de altura: desde Anne Hathaway en Los Miserables hasta Pink, pasando por Benson Boone y Melody.