Cayetano Rivera ha decidido plantar cara públicamente tras su detención en la madrugada del pasado 30 de junio. Para respaldar su versión de los hechos, el torero ha presentado dos partes médicos que documentan las lesiones sufridas durante su arresto. En ambos informes se detallan hematomas, laceraciones y contusiones en distintas zonas del cuerpo, con especial incidencia en el rostro y las muñecas.
El primer parte fue elaborado la misma noche del incidente, mientras que el segundo, más exhaustivo, fue emitido a primera hora de la tarde del martes por el Hospital Gregorio Marañón de Madrid. En este último, los facultativos constatan lesiones compatibles con una intervención policial contundente: laceraciones faciales, hematomas en brazos y erosiones en las muñecas, atribuibles al uso prolongado de esposas. Según informó el programa Y ahora Sonsoles, el torero sufría mareo, visión borrosa y "dolor focalizado en hemicara izquierda". Sin embargo, los facultativos destacaron que, en todo momento, se mostró consciente y colaborativo durante toda la exploración médica
El propio Rivera sostiene que fue “agarrado violentamente por terceras personas” y que se golpeó contra el suelo durante la intervención. Asegura que en ningún momento opuso resistencia y califica la actuación policial de “desproporcionada”. Por su parte, su abogado, Joaquín Moeckel, ya explicó a ¡HOLA! el alcance de las lesiones que presentaba Cayetano Rivera tras su detención. “Ha acudido al médico y presenta heridas en las muñecas, un hematoma en el ojo, y le han realizado un TAC craneal para descartar posibles fracturas”, explicó.
Sin embargo, más allá del daño físico, Moeckel subrayó el impacto emocional que ha dejado el episodio en su cliente. “Está decepcionado. Muy triste. Él siempre ha tenido un profundo respeto por los cuerpos de seguridad del Estado, considera que son personas muy serias, pero también cree que, en ocasiones, las situaciones se descontrolan y se actúa de forma desmedida”, lamentó.
La fatídica noche del 30 de junio
La noche de los hechos, Cayetano Rivera, de 48 años, se encontraba en un local de comida rápida en la calle Atocha, en pleno centro de Madrid. El torero discutió con los empleados del establecimiento al negarse a seguir el procedimiento habitual para realizar un pedido. Ante su actitud, los trabajadores llamaron a la policía.
A la llegada de los agentes, la situación se tensó aún más. Rivera fue reducido, esposado y trasladado a comisaría, donde permaneció cerca de cuatro horas antes de ser puesto en libertad con cargos. Se le acusa de un presunto delito de desobediencia y resistencia a la autoridad. Sin embargo, el torero insiste en que no hubo violencia por su parte: “Tuve una discusión y ya está, pero de ahí a ser violento no es verdad. En ningún momento me resistí”, declaró en el programa Y ahora Sonsoles.
El hermano de Fran Rivera ha anunciado que interpondrá una denuncia contra los agentes implicados y ha solicitado las grabaciones de las cámaras de seguridad del local para esclarecer lo ocurrido. “Voy a poner mi denuncia. Fue desproporcionada su reacción totalmente y me parece una barbaridad. En ningún momento me resistí a nada. ”, afirmó el diestro.
Este incidente ha tenido ya consecuencias profesionales: el torero canceló su participación en una corrida en Burgos, aunque mantiene otras fechas previstas en Santander (16 julio), Ciudad Real (16 de agosto) y en la Feria de Málaga (del 14 al 21 de agosto). En plena temporada de despedida de los ruedos y tras una reciente ruptura sentimental, Cayetano Rivera se enfrenta ahora a un nuevo frente mediático y judicial.