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La cantante Aitana en uno de sus conciertos© Getty Images

Críticos musicales analizan la evolución de Aitana, de 'OT' a 'Cuarto Azul'

Con una carrera marcada por la versatilidad y la ambición, Aitana despierta elogios y matices entre los expertos: carisma indiscutible, pero ¿voz propia o reflejo de la industria?


3 de julio de 2025 - 18:14 CEST

Un 23 de octubre de 2017, media España (dos/tres programas después, sería entera) se postraba delante del televisor. OT, la Academia y el sueño de un puñado de jovencitos volvían al prime time de RTVE. Terminaba el telediario y Torrespaña conectaba con el plató del talent más icónico de España, ahora/entonces, en el Parc Audiovisual de Catalunya, en Terrassa. Pero antes, en el making off de los castings, la veíamos por primera vez. Con un top negro de tirantes, tostada por el sol, con el pelo ligeramente más claro y con su seña de identidad bailando con la brisa: su flequillo. Entonces era la número 1727 pero minutos después sabríamos su nombre Aitana Ocaña, al final del programa, la preferida del público era ya solo Aitana. Podría haberse quedado ahí, incluso después de haber quedado segunda en el podium del programa y también segunda —aunque vencedora moral— de la carrera hacia Eurovisión que compartía con Ana Guerra y “Lo malo”, Pero… no. Un año después, publicaba “Teléfono” y pasados siete años ya no es ni una promesa, ni una apuesta, ni un nuevo valor en la industria musical española: Aitana mueve masas, mueve millones… Mueve la industria… Pero no lo decimos nosotros, lo analizamos con los críticos musicales y periodistas que se ocupan de cubrir sus conciertos, entrevistarla y hacer crítica de sus álbumes. Primero “Spoiler”, luego “11 razones”, “Alpha” y, por último, su consagración con artista adulta, madura y con proyección internacional. ¿Cómo ha sido esta evolución? ¿Cómo ha crecido? ¿Ha logrado una voz propia? ¿Sigue buscándola? ¿Qué ha ganado y qué ha perdido? ¿Es la misma Aitana que descubrimos en OT o es otra mujer? He aquí las respuestas:

La cantante Aitana en concierto© Getty Images

Para Adriano Moreno, de Los40, “lo más valioso de su proyecto es su voz. Es especial, reconocible y muy versátil. Otra cosa es la identidad artística. Aquí, aunque se abandera del pop, lleva tiempo buscándola, probando diferentes sonidos de un trabajo a otro. En 11razones, por ejemplo, tiró del pop/rock mientras que alpha fue más electrónico. Sí considero que Cuarto azul representa muy bien lo que es y lo que quiere que sea su discografía”. De hecho, para el periodista durante este tiempo Aitana “ha ganado credibilidad”, el problema es que en ese crecimiento “también ha perdido parte de esa espontaneidad. Es el precio apagar. La fama te da visibilidad y estatus, pero te quita el anonimato y, en su caso, mucha de esa naturalidad, sobre todo a la hora de tratar con la prensa. Aún y todo, la clave de su éxito sigue basándose en lo mismo: un carisma descomunal y esa transformación que siempre se produce cuando se sube a un escenario. Ahí sí parece otra mujer. Se convierte en un animal escénico, la popstar que reclama su público, y eso, ahora mismo, es lo mejor que tiene”.

La cantante Aitana en concierto© Getty Images

Otro hombre de radio, Antonio Hueso de Cadena 100, nos cuenta que su “búsqueda no ha terminado, y eso es lo bonito. Siempre están en continua investigación o exploración y es también algo lógico. La música es probar, es jugar... uno no podría estar toda su vida haciendo lo mismo. Aitana además ha bebido de muchas grandes artistas como: Ariana Grande, Dua Lipa Taylor Swift…) y no lo esconde, pero cada vez da más pasos para dejar una huella propia y no parecerse a nadie. No es un collage: es un cuadro que aún se está pintando”. Y todo es posible porque, según Hueso, Aitana “ha ganado en libertad y en ambición artística. Y perder… Puede que haya perdido parte de esa frescura inocente” en favor de “una fuerza escénica increíble, solidez vocal y control creativo. Ya no es la niña sin idea que salió de la Academia. Estos años le han servido para aprender. Sigue siendo ella, pero ahora con más capas. Ha pasado de promesa a figura”.

La cantante Aitana en concierto© GTRES

Javier Herrero, de la agencia EFE, señala el color de voz de Aitana, “es tan distintivo que cualquier cosa que cante lo hace suyo”. “Musicalmente cada uno de sus discos ha seguido una línea diferente, pero no se notaba forzado, sino como fruto de los códigos generacionales que también ella comparte, por ejemplo, cuando apostó en ‘11 razones’ por el sonido power pop dosmilero y acertó de pleno, porque es lo que se puso a hacer todo el mundo”. Si hablamos de crecimiento, Javier opina que la Aitana de hoy “está a años luz de aquella chica de instituto a la que entrevisté junto a Ana Guerra por ‘Lo malo’. Profesionalmente está muy encima de su trabajo, con la amabilidad por delante, pero la he visto durante las entrevistas no es raro verla pedir silencio si se oyen murmullos que rompen la concentración. Y su evolución como persona ha sido vertiginosa: como si aquella chica de 18 años de OT se hubiese saltado los veintitantos y ahora estuviese vitalmente instalada en los 30, con una independencia y solvencia financiera que no tiene nadie de su edad y unos problemas y responsabilidades a la medida, además de una vida privada muy pública.“Ya no es que sea otra mujer, sino que es mujer”, afirma Merce Moreno, de El Español. “En OT conocimos a una niña que llegó a esa Academia casi fortuitamente. Ella no tenía pensado dedicarse a la música profesionalmente, fue al casting por probar. De esa Aitana queda poco, ha perdido inocencia y ha ganado la experiencia, de manera más acelerada que la media de su generación”. “Dentro del mainstream —apostilla—, ha ido sabiendo encontrar su estilo y no parecerse a nadie, sino ser ella la referencia”.

La cantante Aitana en el evento de Roberto Cavalli en la Milan Fashion Week© GTRES
La cantante Aitana Ocaña en el evento de Roberto Cavalli en la Milan Fashion Week

Nacho Serrano, de ABC, tiene sus peros. “Yo creo que Aitana sigue buscando una voz, pero o bien se limita su búsqueda desde fuera, o bien ella delega demasiado. Seguramente no ha tenido tiempo de digerir bien todo lo que ha ido sucediendo a su alrededor a nivel artístico, y ese proceso es necesario para, precisamente, dejar de ser una especie de popurrí de estereotipos de éxito pop femenino”. Aún así, Serrano le atribuye un triunfo: “Aitana (y Lola Índigo) rompió el maleficio de OT para las mujeres. Desde su primera edición sólo han triunfado a lo grande chicos como Bisbal y Manuel Carrasco. Ya hemos visto lo que ha pasado con la carrera de Rosa, Chenoa ha acabado de presentadora, Ana Guerra ha terminado en bluf… Por eso, la evolución de Aitana desde OT sólo se puede calificar de exitosa en términos comerciales. Sin embargo, en el plano artístico su obra es bastante olvidable, no tiene un super hit que se sepa todo el mundo, ni tampoco ha ofrecido enfoques con personalidad y calidad como ha hecho Amaia. Ha ganado en fama y dinero, pero si me preguntas qué ha perdido, te diría que nada”.

La cantante Aitana en uno de sus conciertos© Getty Images

Ulises Fuente, de La Razón, apunta a su juventud. “Evidentemente, Aitana está en construcción y en cada disco podremos ver su evolución. Es muy joven”, pero si ve en ella una evolución. “No vamos a describir obviedades biológicas. A lo largo de estos años, incluso despertó cierta controversia por sus coreografías “sexualizadas”, así que ha perdido, sin duda, inocencia. Aunque no toda, ni mucho menos. También ha ganado en autoconfianza. Pero entrar en cuestiones metafísicas se me hace complicado. No la conozco lo suficiente… Para mí, sigue en la categoría adolescente. En “Cuarto Azul” se mantiene en los códigos del fenómeno fan”.

Aitana con look de JC Pajares© JC Pajares

Pablo Tocino y Yeray S. Iborra de Mondo Sonoro en cambio no están del todo acuerdo. “Lo que vemos ahora mismo de Aitana es una mezcla entre su voz y sus intereses, y un factor muy importante de lo que la industria y los grandes sellos creen que puede funcionar”, nos cuenta Tocino. “Es inevitable ver su crecimiento en paralelo al de Amaia, puesto que fueron las dos grandes amigas y las dos grandes protagonistas de su edición de OT, y yo creo que lo que los espectadores vimos en ellas dos podemos seguir viéndolo. Ambas han crecido, literalmente y a nivel artístico: nos gusten o no aspectos de la trayectoria de Aitana, quién iba a decir cuando nos encantaba su voz pero la veíamos aterrada en el escenario de OT que acabaría siendo una estrella internacional. Es un poco lo de Bisbal, o incluso más: es como si hubiésemos visto a Bisbal concursando con la inocencia de Bustamante. Impresiona más aún lo que viene después”. Porque “Aitana es, ante todo, una artista pop. Alguien que quiere que llegue su mensaje”, dice Yeray. “Y cada vez más tiene una voz reconocible e indudable: Cuarto azul o Alpha como máximos exponentes. Esa Aitana que vive y siente, que sufre y canta, ha convivido años atrás con otras más cercanas a lo que pide la industria de ella a priori (colaboraciones como Formentera); ahora mismo se intuye difícil ese tipo de win win de corte industrial. “Aitana hoy es otra mujer”. “Sería impensable un disco como Alpha justo terminar OT. El camino a desandar después de un formato como Operación Triunfo tiene que ser largo y complicado. Saber decir muchas veces sí y otras tantas no, acertar, fallar, y después sostener aquello que tú quieres hacer, que no tiene porqué ser lo más popular. Como oyente, me da la sensación, eso sí, que conozco a Aitana igual o más que cuando participaba del reality. Más allá de sus canciones”.

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