El actor Manolo Zarzo, muy querido y admirado en su profesión, falleció en Madrid a los 93 años de edad el pasado 16 de junio. Su fallecimiento destapó una serie de tensiones familiares, como el distanciamiento que mantenía su hija mayor, Flavia Zarzo, con el propio actor, así como con el resto de sus hermanos. Al parecer, los hijos del intérprete y su viuda, Pilar, habrían pedido a la actriz que no fuese al tanatorio respetando los deseos de su padre, con el que no tendría relación desde hace años.
La despedida de Zarzo tuvo lugar en el tanatorio de Pozuelo de Alarcón y se celebró en la más estricta intimidad. Sin embargo, con posterioridad se ha celebrado una misa funeral a la que asistieron solo alguno de los familiares y amigos del actor como Alberto Closas y Alejandra Grepi. Flavia, la hija mayor del fallecido, quiso aclarar que "no hubo ningún problema" con sus hermanos y quiso explicar que lo único que pasó fue que su hermano Mario estaba muy nervioso, ya que tuvo que organizarlo todo y no quería que hubiera prensa en el tanatorio, algo que comprendía perfectamente. Además, Flavia contó que esa misma mañana Mario la llamó para decirle que estaba muy alterado, que la situación le superó y que lo sentía mucho.
Con motivo de esta misa funeral, solo algunos de los familiares quisieron estar presentes y dejaron atrás las tensiones. Flavia reapareció junto a su hermano David en la iglesia de San Sebastián en Madrid y sellaron la paz con un beso a las puertas de la parroquia. Quisieron hablar con los medios para dejar claro que su relación, al margen de lo que habría podido parecer en un primer momento, es buena. "El asunto está zanjado, si es que ellos son más jóvenes y pues se desbordaron. Todo está olvidado", contó Flavia. "Para mí ha sido un duelo muy acelerado, por tener que llamar a mucha gente, porque, aunque lo esperas, el shock no te lo quita nadie y de repente, y llamar a todo el mundo, y preparar todo", añadió.
En sus propias palabras, Manolo Zarzo "era un buen tipo. Mi padre era buena gente, era buena persona. Tenía mucha clase, era un señor, eso me lo ha enseñado a mí, el ser una señora educada, era optimista también, terco, muy terco". Por otro lado, su hermano David admitió que no toman en cuenta la petición de alguno de sus hermanos y la viuda en el tanatorio, ya que considera que "cuando uno está mal, no sabe cómo reaccionar".
En cuanto a cómo se encuentran después de su pérdida, Flavia desveló que se irán dando cuenta con el tiempo. "Me imagino que dentro de unos días, cuando se pase la misa y tal es cuando empiezas a bajar de la nube y eres consciente de la realidad porque ha sido todo muy precipitado", señaló. Y quiso recalcar la importancia de este último homenaje: "Hemos intentado llamar a todos los compañeros porque papá, aparte de ser un grande entre los grandes en la profesión, era un hombre muy querido y hemos llamado a todo el mundo que hemos podido para que vengan a darnos un beso, a arroparnos, a darnos el pésame y sobre todo a recordarlo".