George y Amal Clooney han hecho del campo británico su rincón más especial. Aunque la pareja posee varias residencias en lugares de ensueño —desde una villa en el lago de Como hasta un château en la Provenza—, es su impresionante casa en Sonning-on-Thames, al oeste de Londres, donde han encontrado la serenidad. Adquirida poco antes de su boda en 2014, esta casona de estilo georgiano, ubicada en una pequeña isla del río Támesis, ha sido cuidadosamente restaurada por el actor y la abogada para convertirse en un hogar lleno de alma y recuerdos. Según se estima, su valor supera los 14 millones de euros, y no es para menos.
El salón principal de la casa es digno de una residencia real. Con techos altísimos, una majestuosa chimenea, una lámpara de araña colgante y enormes ventanales de época, la estancia impresiona por su elegancia. Pero lo que realmente lo hace único son los detalles personales que lo llenan de vida. En una entrevista con British Vogue, el periodista Nathan Heller describía el ambiente: “Hay un mapa antiguo enmarcado de Berkshire; un barco en una botella; y una escultura dorada con las iniciales G y A”.
También hay cuadros que rinden homenaje a miembros muy especiales de la familia Clooney. Uno de los más entrañables retrata a Einstein, el cocker spaniel que George adoraba, posando como si fuera un profesor de física. En otra pared, una elegante cabeza de jirafa decora la estancia, un guiño a la gran pasión de Amal por estos animales.
La casa, conocida como Aberlash House, cuenta con nueve dormitorios, siete cuartos de baño, cocina de concepto abierto, comedor de estilo palaciego, invernadero, sala de cine privada, casa de piscina, pista de tenis, embarcadero y más de dos hectáreas de jardines. Todo ello, rodeado por el agua del río, en un entorno de absoluta privacidad.
Un antiguo reportaje inmobiliario mostraba imágenes del comedor principal, con suelos de espiga, chimenea, grandes cortinas crema y una mesa para ocho comensales. Aunque desde entonces los Clooney han redecorado todo a su gusto, es fácil imaginar que han mantenido la esencia clásica y la atmósfera acogedora. “El vestíbulo de entrada es majestuoso, con molduras georgianas y una alfombra persa que recorre el pasillo de piedra”, explicaba Heller. “Sobre una mesita iluminada por una lámpara sencilla, hay fotos en blanco y negro de George, Amal y sus amigos, enmarcadas en plata”.
Uno de los rincones favoritos de Amal es el invernadero tipo invernadero-orangerie, un espacio completamente rodeado de cristales, donde abunda la vegetación. En una imagen publicada por Vogue, aparece sentada en una silla de mimbre junto a una mesa de piedra, rodeada de macetas con flores rojas, un olivo y hasta un naranjo que brota desde el suelo. La escena transmite paz y belleza, y refleja perfectamente ese estilo de vida calmado y familiar que tanto valoran. “Tenemos una vida muy bonita y muy privada allí, es un lugar pintoresco y la gente del pueblo es encantadora”, contaba George en una entrevista para The One Show.
Una joya que no deja de revalorizarse
Desde su adquisición, la propiedad no ha parado de aumentar su valor. Según expertos inmobiliarios, el hecho de que esté situada en una zona tranquila pero muy cerca de Londres, unida a su privacidad y su historia, ha hecho que su precio se dispare. Y por supuesto, el toque “Clooney” añade un atractivo extra: “El simple hecho de que una propiedad pertenezca a una celebridad tan reconocida ya eleva su exclusividad”, explican desde una consultora británica.
Aunque George y Amal también pasan largas temporadas en su villa italiana o en su residencia de Los Ángeles, todo indica que esta casa inglesa junto al río es su verdadero santuario familiar. Allí celebran cumpleaños, disfrutan del jardín con sus hijos Alexander y Ella —que ya tienen ocho años— y organizan veladas con amigos al calor de la chimenea o en su cine privado. Porque si hay algo que define a los Clooney no es solo el glamour… sino también su elegancia natural, su sentido del humor, y el cariño con el que han convertido una casa histórica en un hogar inolvidable.