Desde que la pasada semana conocimos que Álvaro Muñoz Escassi, Montoya, Borja y Anita Williams eran los finalistas de Supervivientes 2025, las quinielas no cesan y el resultado está muy reñido. Hay múltiples opiniones sobre quién se llevará el cheque de los 200.000 euros después de tres meses aislados del mundo en los Cayos Cochinos, donde se han superado cada día y han dado la mejor versión en cada prueba. Lo que nadie esperaba eran las palabras de Jorge Javier Vázquez, quien ha comenzado la última gala desde un plató abarrotado y dando su opinión sobre la persona que va a alzarse con el premio.
"Es de las pocas ediciones que no tengo claro quien puede ganar porque el premio puede estar entre los cuatro", ha dicho el presentador a los pocos minutos de comenzar la gala, cuando todavía era posible votar desde la aplicación para elegir a dos de los finalistas (Escassi tenía su plaza asegurada). Desde que en 2011 se convirtió en maestro de ceremonias del concurso más extremo de la televisión, ha confesado que hasta ahora no se había enfrentado a una situación así, en la que las opiniones positivas sobre los finalistas están muy reñidas. A diferencia de otras ediciones, esta vez "no hay una persona que se perfile como un ganador claro".
Esta opinión la ha compartido con Laura Madrueño, quien ha acompañado a los supervivientes durante toda la aventura desde Honduras y también ha estado a su lado en la gran final, a la que ha llegado en helicóptero. La presentadora, impresionante con un vestido rojo y el pelo suelto, se ha mostrado desde el primer instante muy emocionada porque poner fin a esta aventura es una montaña rusa de sentimientos después de todo lo que han vivido estos meses. "Tengo la voz regulín porque he pensado, 'se me va uno'. Me da muchísima pena porque llevamos desde principios de marzo todos de la mano y para mí son todos ganadores", ha dicho justo antes de dar comienzo las pruebas, momento en el que se ha conocido que Anita Williams es la cuarta finalista y por lo tanto no opta al premio. Además, ha resaltado que la magia del programa es que sale el lado más humano de los participantes.
El equipo del programa ha organizado un despliegue sin precedentes en la historia de Supervivientes. Para lograr un espectáculo inigualable y mantener la emoción y adrenalina hasta el final, han trabajado 100 personas y han tardado cuatro días en montar las estructuras de los dos juegos. El primero ha sido El Altar de Poseidón, en el que los tres finalistas debían colocar unas piezas a modo de escalones en una rampa de madera y encender el pebetero. Después ha llegado la batalla final de Poseidón, un desafío que incluía prueba de apena atados a cadenas de 40 kilos, un tobogán, piscina de barro y un puzzle. Ambos retos los ha ganado Escassi, teniendo así su hueco en la final.
Una vez acabado Supervivientes 2025, Jorge Javier disfrutará de unos días de descanso. Han sido meses intensos, ya que se ha puesto al frente de las galas del concurso cada jueves, además de presentar diariamente por la tarde El diario de Jorge. Su espacio pasará a llamarse El diario del verano y durante la temporada estival cederá el testigo a Cristina Lasvignes, que regresa de esta forma a la pequeña pantalla.