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Se ha quedado a las puertas, pero Anita Williams es la cuarta finalista de Supervivientes y, como ella misma ha dicho, "perder a veces también es una victoria". Fundiéndose en un abrazo con Montoya, con el que tantas idas y venidas protagonizó y con el que se reconcilió recientemente, ha deseado toda la suerte del mundo a sus compañeros y la única mujer entre los cuatro finalistas ha dicho adiós al concurso con absoluta deportividad. "Eres una ganadora", le ha dicho su compañero.
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© MediasetA los pies del helicóptero en el que han llegado a Mediaset con un aterrizaje espectacular, Álvaro Muñoz-Escassi esperaba su duelo final con la tranquilidad de quien se sabe líder, y Borja González fue el primero en respirar aliviado al oír que el público le salvaba de la expulsión. Finalmente, Anita supo que no seguiría jugando por los 200.000, pero también que sería la primera en abrazar a su familia. Sus primos Quique y María la esperaban con un gran ramo de flores y la que fuera participante de La isla de las tentaciones no ha podido contener las lágrimas al verlos. "Me gustaría que estuviera mi hijo, pero es imposible", ha asumido la concursante que ha asegurado a Jorge Javier Vázquez que siempre ha tenido en mente durante todo el reality no defraudarle.
© MediasetAunque la aventura de Anita ha acabado aquí, su arrojo y valentía no ha pasado desapercibido para el público que la ha visto ganar pruebas físicas a sus compañeros y proclamarse líder en varias ocasiones. Llegaba a Cayos Cochinos como la "villana" oficial por su infidelidad a Montoya en La isla de las tentaciones, pero su concurso acabó por conquistar a la audiencia. Además, entre prueba y prueba ha acortado distancias con su exnovio, con el que protagonizó una noche de pasión.
© MediasetHa sido el mayor despliegue técnico y humano que se ha visto nunca en la final de un reality, con un equipo de hasta 100 trabajadores implicados en esta gran final. Después de 104 días los cuatro finalistas se disputan en Madrid la victoria final y lo hacen con las pruebas más duras del concurso: un juego de apnea atados con cadenas que pesan 40 kilos, y un vertiginoso circuito, donde Borja y Álvaro han tenido que escalar una pared, tirarse por un tobogán y atravesar una piscina de barro. Álvaro ha sido el vencedor indiscutible de la prueba, por lo que ha sido Borja quien se ha enfrentado con Montoya al televoto saliendo victorioso. La última palabra, como siempre en este reality, la tienen los espectadores, que son los que deciden quién es el mejor Superviviente de esta edición 2025 y, por tanto, el ganador del codiciado cheque de 200.000 euros.
Ha sido una noche de infarto también en lo emocional ya que los reencuentros con sus familiares han sido también uno de los platos fuertes para los concursantes que llevan 104 días sin ver a sus seres queridos. En el plato esperaban emocionados y orgullosos Sheila Casas, Lara Dibildos, los hijos de Escassi, los padres de Montoya, la familia de Anita y la pareja y familia de Borja.
