El pasado fin de semana, la aristocracia y la alta sociedad se reunió en Sevilla para asistir a la elegante boda de Jaime Figueroa Márquez, hijo del conde de Quintanilla y nieto de la condesa de Romanones, Aline Griffith, la espía norteamericana que llegó a España en los años 40 –todo un personajazo de nuestra historia más reciente–. El novio, de 34 años y abogado de profesión, contrajo matrimonio con la sevillana Teresa de Oriol, que también se dedica a la abogacía.
La ceremonia religiosa tuvo lugar en la tarde del sábado 7 en la parroquia de Santa María la Blanca, que se encuentra en pleno centro de la Ciudad Hispalense. Pese a sus pequeñas dimensiones, este templo religioso –que fue mezquita y sinagoga en la Edad Media– es considerada una de las joyas del barroco en Sevilla: de ornamentaciones profusas, su interior destaca por sus yeserías magistrales y cuenta con obras de Murillo y Luis de Vargas.
Hasta allí, Teresa de Oriol llegó en un coche de época –de mediados del siglo pasado– y entró del brazo de su padre, el empresario Jaime de Oriol Valverde. Para la ocasión, la novia escogió elegante traje nupcial diseñado por Victorio & Lucchino, que era de corte muy sencillo. Teresa cedió todo su protagonismo a su tiara: una pieza con diamantes que llevó la madre del novio, Inés Márquez Osorio, en su boda con el conde de Quintanilla, en 1985.
De la misma forma, Teresa rescató otra pieza de significado especial para su gran día con Jaime de Figueroa: un velo que también pertenecía a la familia de su futuro marido. El look nupcial lo hizo con unos discretos pendientes stud con diamantes y con un imponente ramo de peonías blancas, que era lo que más captaba la atención de sus invitados en cuanto Teresa llegaba a la iglesia.
Por expreso deseo de los novios, la ceremonia se celebró de forma más íntima y familiar: fueron 270 invitados. Nada que ver con la que protagonizaron los padres de Jaime de Figueroa hace cuarenta años: la boda de los condes de Quintanilla fue todo un acontecimiento social: se dieron cita a las infantas Elena y Cristina; Natalia Figueroa que acudió sin Rafael; el entonces matrimonio formado por María Suelves Figueroa y Francis Franco; Cayetano Martínez de Irujo; los marqueses de cuba…
Aun así, Jaime Figueroa Márquez y Teresa de Oriol se casaron ante la presencia de parte de la familia de Tessa de Baviera; algunos miembros de los Suelves Figueroa; y parte de la familia de Lucila Domecq, quien hace tres meses sufrió la pérdida de su marido, Álvaro de Figueroa Griffith, conde de Romanones. Entre ellos, su hija Cristina Figueroa, pero no la artista de la familia, Lulu Figueroa,
Sin embargo, no faltaron los hermanos del novio, entre los que se encuentran los que su padre tuvo en su primer matrimonio con la princesa Theresia de Sayn-Wittgenstein-Sayn. De la misma forma, acudieron Santiago Matossian Falcó, conde de Santa Isabel y primo de Tamara; Miguel Osorio, Marqués de los Balbases; y Rafael Márquez Osorio, conde de las Torres de Alcorrín y primer marido de Pilar Medina Sidonia, quien fue con el hijo mayor de la aristócrata, Pepe Márquez.
Finalizada la ceremonia religiosa, tanto los contrayentes como sus invitados continuaron la celebración en la Hacienda de San Juan del Hornillo , que se encuentra en la localidad de Dos Hermanas y que es propiedad de Myrta Márquez, tía del novio e hija de la princesa Tessa de Baviera. Fue construido en el siglo XVI, como un convento de los frailes Jerónimos, aunque pasó a manos privadas en 1850, después de la desamortización de Mendizábal.
Tras el cóctel, se sirvió una cena compuesta por solomillo de ternera con puré de patatas trufado, cebollitas francesas y judías verdes. De postre, tarta árabe. Tras la celebración, que contó con la actuación de la banda de rock Paul And The Wolves y que se alargó hasta bien entrada la noche, los recién casados se despidieron de sus seres queridos antes de partir hacia México, que es donde están disfrutando ahora de su luna de miel.
Jaime de Figueroa Márquez es el menor de los tres hijos que ha tenido Luis de Figueroa Griffith, conde de Quintanilla e hijo de Aline Griffith, condesa de Romanos, con Inés Márquez. A su vez, su madre es hija del IV duque de Santa Cristina y hermana del primer marido de Pilar Medina Sidonia. La madre de Jaime guarda una curiosa anécdota: concursó en 'Un, dos, tres… Responda otra vez', el famoso programa de televisión, para pagarse sus estudios de Arquitectura.
Por su parte, Teresa de Oriol, que trabaja actualmente como abogada en un despacho internacional, pertenece a una conocida familia sevillana: es propietaria de la yeguada Oriol, la más antigua de España. Ahora es ella junto a Jaime de Figueroa Márquez quien se propone empezar una nueva etapa y formar una familia.