Alma, la hija menor de Nuria González y del recordado empresario Fernando Fernández Tapias, ha alcanzado la mayoría de edad. Un cumpleaños muy especial que llega tan solo unos días después de recibir el sacramento de la Confirmación en una emotiva ceremonia celebrada en la parroquia vinculada a su colegio, arropada por sus compañeros de curso y sus seres más queridos, entre ellos, su madre y su hermano mayor, Iván, de 22 años.
El nacimiento de Alma el 7 de junio de 2007 marcó un momento de gran felicidad para el matrimonio, que, tras celebrar su boda en la más estricta intimidad en 2002 y dar la bienvenida a su primer hijo en común en 2003, veía cumplido su deseo de ampliar la familia.
La imagen de Nuria a las puertas del hospital con su hija recién nacida en brazos, tranquila y visiblemente emocionada, sigue siendo uno de los recuerdos más representativos de aquella etapa familiar. Tal y como explicaron a la prensa, la pequeña, que vino al mundo mediante cesárea, pesó 3,900 kilogramos y midió 53 centímetros.
Alma ha heredado la belleza y estilo de su madre, así como algunas de sus grandes pasiones, como la tauromaquia, afición que disfrutan juntas en la Plaza de Las Ventas o la Maestranza, donde se las ha visto en numerosas ocasiones.
A pesar de su juventud, Alma ha tenido que afrontar uno de los momentos más duros a los que puede enfrentarse una familia. Tenía solo 16 años cuando su padre falleció, un golpe que marcó profundamente a los suyos y al que ella ha respondido con entereza y discreción.
Con 18 años recién cumplidos, Alma se prepara para abrir un nuevo capítulo en su vida. Por el momento, se desconoce qué rumbo académico tomará, aunque todo apunta a que iniciará su etapa universitaria con la misma discreción que ha caracterizado siempre su trayectoria.