La casa de Carmen Borrego se llenó de globos, regalos y sonrisas para celebrar un día muy especial: el segundo cumpleaños de su nieto Marc. La colaboradora ha abierto las puertas de su casa para festejar una jornada entrañable junto a su hijo José María Almoguera, su nuera María Sánchez y su hermana Terelu Campos. Una jornada familiar y entrañable que reunió a parte de las Campos en un ambiente alegre y relajado, aunque no exento de ausencias comentadas.
A diferencia del primer cumpleaños del pequeño, esta vez el festejo tuvo lugar en el domicilio de Carmen, donde el niño pudo soplar las velas rodeado del cariño de los suyos. “Es un cumpleaños familiar y bonito. Siempre cuando hay niños hay mucha fiesta, y donde hay un niño hay alegría. Y donde está mi nieto, más todavía”, decía emocionada la colaboradora, con la felicidad reflejada en el rostro. José María Almoguera llegaba temprano al domicilio acompañado de su pareja, María Sánchez, también conocida como María la Jerezana, y del protagonista del día. La joven, cada vez más integrada en la familia, compartía cómo estaba viviendo la jornada: “Muy bien, la verdad que estamos en familia, pasando un ratito muy bueno con el niño”.
Entre los rostros familiares no faltó Terelu Campos, que, pese a tener compromisos profesionales ineludibles, no quiso dejar de acompañar a su sobrino y su madre: “Terelu tenía un compromiso, pero no ha querido dejar de venir a darle el regalo a Marc, a estar un rato con nosotros. Yo le dije: ‘aunque sea un ratito, vente’, y bueno, chica, tenía un compromiso, no pasa nada”, explicaba Carmen con naturalidad.
Una de las ausencias más comentadas fue la de Alejandra Rubio, quien no acudió a la fiesta junto a su pareja y su bebé, a pesar de estar invitada. La propia Carmen zanjaba cualquier rumor de tensión familiar: “Alejandra está fuera de Madrid. Estaba invitada, dijo que venía, pero está fuera de Madrid. No montemos algo donde no lo hay. Está perfectamente invitada y la ha pillado fuera de Madrid, nada más”.
En la misma línea se pronunciaba su hijo, José María, quien despejaba cualquier atisbo de polémica: “Ningún mal rollo”, aseguraba. Y añadía que Alejandra sí felicitó a Marc: “Claro, sí, sí, el día de su cumpleaños”. También se comentó la ausencia de Paola, madre de José María: “No, Paola no. Ya lo ha celebrado con su familia y ya está”, aclaraba el joven con total normalidad.
El ambiente en casa de Carmen era distendido, con momentos de complicidad frente a las cámaras, aunque también con la clara intención de proteger la intimidad familiar. Así lo explicaba la colaboradora, agradeciendo la presencia de los medios pero marcando el límite: “Hemos salido porque no estáis aquí pasando calor y porque entendemos vuestro trabajo, pero ya tenemos que meternos y dedicarnos a lo que estamos hoy, a celebrar el cumpleaños”.
En cuanto a los regalos, como suele ocurrir con los primeros nietos, no faltaron detalles: “De todo para su edad, claro: colores, ropa, juguetes… lo típico que se le regala a un bebé”, compartía Carmen. La colaboradora también hacía balance del momento personal que vive junto a su hijo, con quien ha tenido altibajos en el pasado: “Las cosas hay que mirar hacia delante. Para atrás, ni para coger impulso. Esto es lo que hay, eso es lo bonito”, sentenciaba con una sonrisa cargada de significado.
La familia celebró con discreción, rodeada del calor de los más cercanos y con la esperanza de seguir sumando momentos felices como este. Un cumpleaños distinto al del año anterior, más íntimo, pero lleno de significado para Carmen Borrego y los suyos. Porque como ella misma dice, “donde hay un niño hay alegría”, y Marc, sin duda, se ha convertido en el gran motor de su familia.