Los equipos legales de Blake Lively y de Justin Baldoni afinan sus movimientos en la batalla legal que enfrenta a los protagonistas de Romper el círculo. El último giro que ha trascendido del caso ha sido la decisión de la actriz de retirar dos cargos de la demanda, en concreto, el de daño emocional intencionado y daño emocional por negligencia. Este movimiento, lejos de poder leerse en términos de conciliación, responde a una estrategia judicial encaminada a mejorar las cartas con las que llegar al juicio.
La decisión llega después de que el abogado de Baldoni, Kevin Fritz, solicitase acceso a los informes médicos y de salud mental de la demandante. Para Fritz, la acusación se niega a facilitar los documentos requeridos porque refutarían su versión, por lo que han optado por retirar los cargos. Muy diferente es la postura de los letrados que representan a Lively. Según han explicado a la revista People, se trata de "una parte rutinaria del proceso de litigio que se está utilizando como una maniobra mediática" y que simplemente están perfilando y enfocando el caso de acuerdo a sus intereses. Dejan claro, por tanto, que estamos ante una cuestión de forma y que la actriz mantiene que ha sufrido un daño emocional como así queda incluido en otras partes de la demanda, "como la de acoso sexual y represalias".
El juicio se espera para 2026, pero la batalla entre Lively y Baldoni salió a la luz el pasado mes de diciembre y desde entonces han tenido en vilo a los fans de ambos. la actriz anunció antes de las navidades que había presentado una demanda contra el director y coprotagonista de Romper el círculo, por acoso sexual y tratar de destruir su reputación. Dicha información aparecía en el diario The New York Times. Baldoni reaccionó demandando primero al diario por difamación; más tarde presentó una contrademanda contra Blake, que extendió al marido de esta, Ryan Reynolds, a los que reclamaba 400 milones de dólares por "extorsión, difamación, invasión de la privacidad, incumplimiento del pacto implícito de buena fe y trato justo, interferencia intencional con las relaciones contractuales e interferencia negligente con una ventaja económica prospectiva".
Por su parte, Lively pidió al Juez que desestime la demanda de Baldoni al considerar que la está "utilizando como arma" para tomar represalias contra ella por hablar públicamente sobre sus acusaciones de acoso sexual contra él. La protagonista de la serie Gossip Girl califica la demanda de "vengativa" e "infundada" e insiste que se trata de un "abuso profundo del proceso legal que no tiene cabida en un tribunal federal". Mientras Baldoni, que ha sido expulsado de su agencia de representación, la acusa de haber presionado para tratar de tomar las riendas de la película, ella se ha "armado" con un exagente de la CIA. Se trata de Nick Shapiro, al que ha contratado como gestor de su crisis de relaciones públicas y para ayudarla a mejorar su defensa