11 de abril de 2017. Imposible olvidar esa fecha. Aquel día, Marc Bartra estuvo a punto de perder la vida en un atentado. Ocho años después, el jugador del Betis revela detalles inéditos de aquella jornada en Viajando con Chester, el programa de Risto Mejide en Cuatro. De noche, sobre el césped del estadio Benito Villamarín, iluminado y engalanado para la ocasión, el histórico capitán verdiblanco abre su corazón para hablar de aquel terrible episodio, que tuvo lugar cuando formaba parte del Borussia Dortmund y viajaba en el autobús junto a todo el equipo.
"Fue de repente", comienza diciendo con nerviosismo, dejando claro que el paso del tiempo, en este caso, no ha cerrado las heridas. "El momento más duro, más heavy... fue en el momento que ya había pasado unos minutos, gritos por todos lados de miedo, pero gritos de miedo", recuerda al ser preguntado por la imagen más vívida que conserva de aquel día. "Yo veía, solo podía ver el de delante, los demás no los veía por todo el humo que había y eran gritos de mucho miedo", continúa.
Por último, confiesa que también él sintió verdadero pánico y que llegó a pensar que no saldría con vida. "Yo pensaba que ahí ya... Pues que no lo contaba más".
Como consecuencia del atentado, Bartra sufrió graves heridas físicas. "La metralla de la explosión me dio directamente en la muñeca, destrozando los huesos, no quiero ni imaginar si hubiera sido unos centímetros más arriba, en el cuello o en la cabeza", explicó tiempo después. "Antes de perder el conocimiento, recuerdo que la fisio del equipo me hizo un torniquete con la chaqueta del chándal para parar la hemorragia y ahí es cuando entré en pánico por el miedo que tenía de pensar que, en cualquier momento, podrían seguir cayendo explosivos o lo que fuera para terminar con nosotros", añadió.
Pero más allá del daño físico, hubo heridas invisibles que también tardaron en sanar. Durante los seis meses posteriores al suceso, no pudo conciliar el sueño: se despertaba constantemente con pesadillas en las que revivía el estruendo de las bombas.
En el momento del atentado, Bartra compartía su vida con la periodista Melissa Jiménez y ya era padre de una niña llamada Gala. Con el tiempo, el matrimonio amplió la familia con la llegada de Abril y, más tarde, de Max. Los cinco formaban una imagen de unidad y armonía; sin embargo, cuando todo parecía estable y sereno, sorprendieron al anunciar su separación.
Tras la ruptura, el futbolista inició una mediática relación con Jessica Goicoechea, que terminó el pasado verano. Actualmente, la espectacular modelo sale con el jugador de rugby Manu Moreno. Melissa, por su parte, mantiene una discreta relación con el piloto Fernando Alonso desde hace más de dos años.
Aunque sus caminos han tomado rumbos diferentes, Marc y Melissa conservan una relación cordial por el bienestar de sus tres hijos, a quienes ambos consideran sus mayores tesoros.