Kanye West es consciente de su estatus como estrella mundial y tiene ademanes que reflejan tanto su condición como su tendencia a la excentricidad y la polémica. El exmarido de Kim Kardashian visitó Mallorca junto a la que fue su esposa Bianca Censori y con quien podría haberse reconciliado después de anunciar su separación en febrero. Varios testigos locales revelaron que, en persona, el artista y su séquito se mostraron amables y discretos, aunque se ha sabido ahora que el rapero estadounidense dejó una factura sin pagar de nada más y nada menos que 400.000 euros por servicios de lujo en la isla.
West y Censori gastaron esta suma en alojamiento exclusivo y en una clínica de la isla donde permanecieron durante un mes, y se espera que el rapero salde pronto la deuda pendiente. Según el diario Última hora de la isla, el estadounidense ya ha pagado una factura de 15.000 euros que debía en un conocido restaurante de Palma. Sin embargo, ante el impago del importe principal, cercano al medio millón de euros, la Policía local ha intervenido y mantiene abierto un expediente. Desde el entorno del artista aseguran que el retraso se debe a problemas con las transferencias bancarias y que el pago se realizará en los próximos días. Mientras tanto, cuanto más se demore la resolución, mayor será la presión de las autoridades locales sobre el caso.
La factura sin abonar sería supuestamente por una estancia de un mes en una lujosa propiedad que alguna vez fue propiedad de Claudia Schiffer, además de servicios de una lujosa clínica de bienestar. Se les vio cenando en un restaurante indio de la isla junto al productor musical 88-Keys, amigo de West y en Cala d'Or tras su paso por otro de los restaurantes de la zona.
La visita de Ye a la isla no estuvo exenta de polémica, pero no por su compartimiento en cuestión, sino por la poca ropa que llevaba Bianca Censori. La arquitecta y modelo australiana eligió un look tan provocador como llamativo: un top de rejilla completamente transparente, que dejaba poco o nada a la imaginación, combinado con una falda larga por la parte delantera, pero que se transformaba en un culotte por detrás. Una elección que desafiaba abiertamente cualquier código de vestimenta tradicional. Numerosos curiosos no daban crédito a lo que veían y no dudaron en sacar sus teléfonos móviles para inmortalizar el momento. La pareja, que iba acompañada por la hermana de Censori, paseó con total tranquilidad, ajena al revuelo que generaba a su paso y escoltada en todo momento por su equipo de guardaespaldas.
Otras deudas millonarias
Este impago de West en la isla no ha hecho más que sacar a la luz otras deudas del rapero. En 2016, Kanye West sorprendió al declarar públicamente que tenía una deuda personal de 53 millones de dólares (46,7 millones de euros), principalmente por sus arriesgadas inversiones en la industria de la moda y proyectos creativos, llegando incluso a pedir ayuda económica a figuras como Mark Zuckerberg, fundador de Facebook. Años después, en 2022, el Departamento de Impuestos de California notificó a su empresa Yeezy Apparel una deuda fiscal superior a 600.000 dólares (529.000 euros), mientras que la hacienda federal de EE. UU. le reclamó más de 50 millones de dólares (44 millones de euros). Ese mismo año, la productora Phantom Labs lo demandó por 7,1 millones de dólares (6,2 millones de euros) por trabajos no pagados en giras y eventos.