Sueños de libertad sigue arrasando en las sobremesas con millones de seguidores fieles a su cita cada tarde. Mantener la atención del público no es tarea fácil y, para lograrlo, la serie más vista de la televisión sorprende con la incorporación de un nuevo personaje que, tras la muerte de Jesús de la Reina (Alain Hernández), podría convertirse en el nuevo villano de la ficción. Se trata de Gabriel, interpretado por Oriol Tarrasón, un enigmático hombre que llega con un objetivo oculto bajo el brazo.
Gabriel aterriza en la ficción con una sonrisa impecable, modales exquisitos y un propósito que poco tiene que ver con las condolencias a sus familiares. Su llegada coincide con un momento delicado para los De la Reina por la muerte de Jesús, pero no es esta pérdida ni los aparentes motivos profesionales lo que realmente lo ha traído hasta Toledo, sino un propósito mucho más oscuro que no tardará en salir a la luz y que amenaza con poner en jaque a Damián (Nancho Novo) y a todo su entorno.
Hijo de Bernardo, el hermano desheredado y distanciado del dueño de las perfumerías, Gabriel ha crecido al margen de la familia. Nunca ha tenido relación con ellos y su regreso, tras pasar años en México y reaparecer como abogado de un cliente, es solo la punta del iceberg de un premeditado plan. Seductor, carismático y elegante, es de esas personas que nunca pierden la compostura. Pero que el público no se deje engañar porque, bajo su fachada, aunque su tono siempre sea amable y su trato exquisito, sus intenciones están lejos de ser inocentes.
Su aparición en los últimos compases de la primera temporada deja claro que no es un recién llegado cualquiera. Precisamente, fue la última persona que habló con Jesús antes de su trágico final y todo apunta a que esa llamada telefónica marcará el rumbo de lo que está por venir. Su personaje se perfila como una de las piezas clave de esta nueva etapa, tanto a nivel familiar como emocional, ya que, por lo que se puede intuir, podría desencadenar un nuevo triángulo con Begoña (Natalia Sánchez) y Andrés (Dani Tatay), no sabemos todavía si amoroso, pero sí en lo que a protagonismo se refiere, convirtiéndose en el nuevo antagonista de la serie.
Con quien sí parece que tendrá algo más que una relación profesional es con Isabel (Nerea Gorriti), que regresa a la ficción con aires renovados. Con Gabriel, la serie de época de Antena 3 incorpora una figura cargada de misterio y ambigüedad moral, que no solo agita la trama, sino que amenaza con poner patas arriba todo lo que los personajes creían tener bajo control.
Para Oriol, quien descubrió su vocación como actor en una charla sobre teatro en el de bar de su universidad cuando estudiaba la carrera de Filosofía, meterse bajo la piel de Gabriel ha sido muy divertido porque "es el más mentiroso de todos, ¿sabes? Es un personaje que te vende unas cosas, pero tú sabes que por debajo está tramando otras", ha explicado el intérprete en una entrevista con El Plural, donde ha añadido que lo que más le atrajo de este papel y lo que le pareció más interesante es que "tú como espectador vas a ver cómo los personajes se relacionan con un mentiroso". También ha reconocido que lo está disfrutando intensamente porque "por fin hago de malo. Me apetecía muchísimo".
Tarrasón es un rostro muy conocido por los espectadores. Hemos podido verlo en producciones tan diversas como El nudo, El internado, Los hombres de Paco, Las invisibles o la inolvidable Los misterios de Laura, donde daba vida a Martín Repesca, uno de sus papeles más reconocidos. Además, tiene sobrada experiencia en series diarias ya que ha formado parte de títulos tan destacados como Amar es para siempre, Bandolera, Seis hermanas o Derecho a soñar, además de algunas autonómicas como Ventdelplà o Com si fos ahir. Por todo ello, se trata de un actor muy versátil y del candidato perfecto para convertirse en el nuevo villano de Sueños de Libertad. Su llegada deja clara una cosa: nunca nada volverá a ser igual.