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La última confesión de la condesa Eloísa han generado una gran preocupación. A punto de cumplir 23 años, es muy activa en redes sociales y tiene una gran presencia social, como demuestra su reciente participación en el festival de Cannes. Pero la sonrisa que muestra en cada uno de los actos a los que acude esconde detrás una realidad muy diferente que ella misma ha querido relatar. La sobrina de los reyes Guillermo y Máxima de los Países Bajos ha compartido un detalle privado y hasta ahora conocido acerca de su salud: ha padecido una conmoción cerebral leve.
© /eloisevanoranjeEloísa de Orange-Nassau, que es solo un año mayor que su prima Amalia, la heredera al trono neerlandés, no ha querido dar detalles de esta lesión: ni cuándo le ocurrió, ni los síntomas, ni tampoco las consecuencias que este diagnóstico. Pero sí ha tranquilizado explicando que su avance es positivo y que su estilo de vida es saludable: "La conmoción cerebral está yendo bien. Rara vez paso tiempo detrás de una pantalla, duermo bien, no bebo alcohol..."
La hija mayor de los príncipes Constantino y Laurentien ha comentado que le costó llevar a cabo el descanso necesario y entender todo lo que conllevaba. "La primera semana no fue muy bien, pero ahora está estable. Ahora tengo que tomarlo con mucha calma”, ha contado. En este periodo en el que está volcada en su salud, está aprovechado para hacer actividades tranquilas que le permitan relajarse y evitar el estrés. Uno de esos planes ha sido disfrutar de Huis Marseille, el museo de fotografía más antiguo de Ámsterdam. "Momento perfecto para un museo. Me regalaron una tarjeta de museos por Navidad, pero en realidad voy muy poco a los museos. Hoy es un nuevo día, un nuevo museo".
© eloisevanoranjeLa condesa Eloísa ocupa el quinto lugar en la línea de sucesión al trono y ha conseguido captar la atención de muchas jóvenes que quieren cuidarse por su estilo y la autenticidad de sus publicaciones. Está nuevamente instalada en Países Bajos tras una etapa Nueva York. Se trasladó a la Gran Manzana para hacer prácticas en una tienda online llamada Otrium, concretamente en el área de comunicación del equipo de sostenibilidad, donde ayudó a poner en marcha una plataforma de donaciones. De vuelta a casa se incorporó a la Escuela de Hostelería de Ámsterdam y abrió con su madre una tienda de ropa de segunda mano.
