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París se vistió de gala para rendir tributo al rey indiscutible de la tierra batida, Rafa Nadal, y, como no podía ser de otra forma, su familia fue la gran protagonista de una jornada llena de emoción, lágrimas y reconocimiento. En el corazón de Roland Garros, los Nadal acapararon todas las miradas, demostrando una vez más la unión, el cariño y los valores que los une.
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© Getty ImagesSus padres, Sebastián Nadal y Ana María Parera han demostrado, pese a estar separados, que el bienestar y la felicidad de Rafael están por encima de cualquier circunstancia personal. Ellos han sido su pilar fundamental, al igual que su hermana Maribel, siempre al pie del cañón en sus triunfos, pero también en sus desvelos. Su tío Tony, su mentor y el primero que le puso una raqueta en la mano, y por supuesto su esposa, Mery Perelló, quien le ha aportado la estabilidad tan necesaria y ha impulsado su carrera, además de haberle dado el mayor regalo de su vida: su hijo Rafa y un futuro bebé que está en camino. Mery, embarazada y radiante, acaparó todas las miradas, mientras el pequeño Rafa, de dos años y medio, conquistó al público con su simpatía y espontaneidad, convirtiéndose en el otro gran protagonista del homenaje,
© cloeatPero más allá de su familia más cercana, en este homenaje tan especial también estuvieron presentes algunos de los miembros más discretos y menos conocidos del círculo de Rafa Nadal, quienes han sido piezas clave en su trayectoria, aunque desde la sombra.
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© joannadal04Sus abuelas Isabel y María Ana, de 94 y 92 años, aportaron una nota entrañable y emotiva al homenaje en Roland Garros. Ellas, las matriarcas de la familia, han sido testigos de cada paso de su nieto, transmitiéndole desde pequeño los valores de humildad, esfuerzo y respeto que hoy definen al campeón. Sus miradas llenas de orgullo y emoción durante el homenaje reflejaban la gran historia que se ha escrito detrás. Para ellas, Rafa siempre será ese niño que correteaba por las calles de Manacor, ajeno a la fama y el éxito. El propio Nadal, visiblemente emocionado, les dedicó unas palabras que tocaron el corazón de todos los presentes: “Gracias a mis dos abuelas, que con 94 y 92 años tengo la gran suerte de que estéis hoy aquí, y con quien he pasado gran parte de mi infancia. Y a mis abuelos, que, estén donde estén, les agradezco todo lo que hicieron por mí y les echo de menos".
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© mariabel_nadalJunto a ellas, no faltó la presencia de toda la familia paterna. Sus tíos María Magdalena, Rafael y Miguel Ángel Nadal Homar quisieron arropar a Rafa en este día tan especial. Miguel Ángel, que antes de brillar en el fútbol fue tenista, acudió acompañado de su esposa, la reconocida wedding planner Lara Fraire Sus hijas, Claudia y Silvia Nadal Riera, primas de Rafa, también fueron testigos del emotivo homenaje. Silvia, licenciada en Publicidad, Relaciones Públicas y Marketing, trabaja actualmente en el departamento de Comunicación y Recursos Humanos de Majorica, la emblemática firma de joyas y perlas de Manacor. Claudia, por su parte, estudió Derecho y ejerce en Riutord Pastor Abogados, un prestigioso despacho de la isla.
© joannadal04Entre los asistentes también se encontraban su tío Rafael Nadal junto a su esposa María Barceló, y su tío Toni, acompañado de su esposa Joana María Vives, su hija Marta y sus dos hijos Joan y Toni, que se dedican al tenis al igual que Rafa. Todos ellos son parte esencial del sólido entramado familiar que ha sostenido a Rafa durante toda su carrera. Así como sus primos Roser, que disfrutó de lo lindo junto a su prima Maribel Nadal en París.
© Getty ImagesEl círculo más íntimo de Nadal se completó con figuras que, aunque no llevan su apellido, son ya parte de la familia. Carlos Moyá, su amigo y entrenador durante los últimos seis años de su carrera profesional, acudió con su hijo, Carlos, de 12 años, mientras que Carlos Costa, su mánager desde 2001 y cofundador de la Rafa Nadal Academy, tampoco quiso perderse la cita. La velada contó además con la presencia de grandes amigos y compañeros de Rafa, como Pau Gasol y su esposa Catherine McDonnell, así como leyendas del tenis mundial: Roger Federer, Novak Djokovic y Andy Murray, quienes no dudaron en sumarse al reconocimiento de una carrera legendaria.
